La presidenta del Govern, Francina Armengol, presentó a los miembros del Consejo Asesor para la Mejora de la Accesibilidad y la Supresión de Barreras Arquitectónicas el texto del anteproyecto de la futura ley de accesibilidad universal, el cual incorpora ideas de los miembros del Consejo Asesor.

El objetivo de esta futura ley, según afirmó la presidenta, es dotar a la comunidad autónoma de una norma que garantice "la autonomía personal de todos y cada uno de los ciudadanos en todos los ámbitos, con independencia de su situación vital".

Armengol destacó que la futura ley de accesibilidad es valiente y ambiciosa y pretende convertirse en el marco normativo que nos permita avanzar desde la accesibilidad física a la accesibilidad universal, "pasar de la concienciación a la acción y de la voluntariedad a la exigibilidad de la eliminación de todo tipo de barreras".

Además de la eliminación de barreras arquitectónicas, la futura norma regula también la accesibilidad en otros ámbitos para que todo el mundo tenga garantizado el acceso a los servicios, a los medios de transporte, a los productos, a la información y a las comunicaciones.

El conseller Marc Pons explicó algunos detalles de la ley recordó la necesidad de implicación de todas las instituciones.

Asimismo, señalaron que irá vinculada a un régimen de sanciones de entre 300 y 300.000 euros, en función de su gravedad.