Entre junio de 2007 y junio de 2012 Balears se dejó por el camino a algo más de 5.000 empresas. Al cierre del mes pasado, ya había recuperado casi 4.000. Los datos de la Tesorería General de la Seguridad Social ponen en evidencia no solo que el tejido económico del archipiélago evoluciona muy favorablemente tras los años más duros de la crisis, sino también que la recuperación de su musculatura está siendo especialmente intensa en el sector servicios, y de forma más acentuada en las ramas más directamente vinculadas a la actividad turística. Por contra, las heridas que peor han cicatrizado son las de la industria y, de forma aún más apreciable, las de la construcción.

En junio de 2007, cuando pocos intuían la que se avecinaba y la dureza de los golpes que iban a llegar, las islas contaban con 47.952 empresas de alta en la Seguridad Social. Esa cifra coincide con los años dorados de la economía y con una burbuja inmobiliaria en pleno apogeo aunque ya muy cerca de estallar, como lo demuestra que en ese momento se contabilizaban 8.035 centros de trabajo vinculados a la construcción.

En junio de 2012, los estragos generados por la crisis resultaban evidentes: la cifra de empresas se había reducido hasta las 42.862, con la desaparición de más de 5.000 centros de trabajo de los que más de la mitad se vinculaban al ladrillo, ya que el número de altas se había reducido en este sector hasta las 5.094, casi 3.000 menos que cinco años atrás.

En junio de este año, el camino recuperado resulta evidente, al cerrarse el mes con 46.719 empresas registradas en la Seguridad Social, casi 4.000 más que en 2012 y a poco más de 1.200 para recuperar el número que existía en 2007.

El dato de junio tiene un valor especial por cuanto antes de la crisis era el mes del año con el volumen de empresas en activo más elevado, mientras que ahora esta situación se da en julio, pero quedando junio en un más que notable segundo lugar.

La fortaleza de los servicios

Esta recuperación se ha centrado de forma especialmente intensa en los servicios (que engloban, entre otras, ramas como el alojamiento, la restauración o el comercio). En este sector terciario había en junio de 2007 un total de 36.241 empresas, número que en ese mismo mes de 2012 se había reducido ya hasta las 34.806. Esta descenso no solo fue mucho menos intenso que el sufrido por el sector constructor, sino que además los cortes están ya plenamente cicatrizados: el mes pasado se cerró con 38.207 empresas de servicios, casi 2.000 más que antes de iniciarse la crisis económica.

La vinculación que la actividad turística tiene a la hora de explicar la espectacular recuperación de este enfermo resulta patente. En junio de 2007 estaban dadas de alta 8.718 empresas de hostelería, entendidas éstas como la suma de las de alojamiento y las de restauración. El mes pasado, su número era de 9.927. Más de un millar por encima de antes de la crisis.

El comercio minorista no muestra síntomas tan positivos, ya que aunque presenta una mejor situación que la del año pasado, todavía no ha logrado cerrar todas sus heridas: en 2007 su cifra de altas era de 8.210, y este año sigue sin llegar a ese punto y se ha quedado con 7.448, muy ligeramente por encima de las que había registradas en 2012, lo que refleja el impacto de los recortes en el consumo.

Otros sectores

Como se ha indicado, las empresas relacionadas con la construcción son las que han pagado el precio más alto durante la crisis, al pasar de las 8.035 de junio de 2007 a las 5.094 de ese mismo mes de 2012. El mes pasado se cerró mostrando una ligera mejoría respecto a este último dato, al sumar 5.430 empresas, pero muy lejos del volumen anterior a la crisis, al que tampoco se aspira a llegar por reconocer el propio sector que en ese momento su actividad estaba sobredimensionada.

En el caso de la industria, de las 3.287 empresas de junio de 2007 se pasó a las 2.832 de esas mismas fechas de 2012. El mes pasado había contabilizadas 2.912 altas, lo que la coloca también en niveles inferiores a los años previos a la crisis pese a la mejoría.