El secreto del éxito turístico en esta temporada que se prevé de récord es el mismo que hace cincuenta años: según se desprende de la última encuesta realizada por la Fundación Gadeso a los turistas que visitan Mallorca, las claves de la elección de la isla como destino siguen siendo el bajo precio, el sol, las playas, y la seguridad. El informe Gadeso refleja también que, pese al llenazo de la temporada, el sector mantiene los mismos puntos débiles de años anteriores. Los turistas son especialmente críticos con la relación precio-calidad, la limpieza que perciben, el ruido (al que ellos mismos contribuyen, claro) y la deficiente calidad que observan en la oferta cultural, gastronómica y comercial. Así que nada nuevo bajo el sol mallorquín, que calienta un negocio con idénticas virtudes y defectos desde hace décadas.

Y por si las quejas que expresan los turistas no fueran poco aviso a Mallorca, los encuestados de Gadeso dan un último toque de atención: cada vez están menos dispuestos a seguir viniendo y poco a poco se reduce el porcentaje de viajeros que se plantean regresar a la isla en el futuro. Muchos vienen por primera vez y se irán para no volver. Otros venían y no volverán. Y pocos de los nuevos repetirán. En muchos casos los turistas llegan de rebote por el hundimiento de destinos como todo el norte de África y, ahora, Turquía. Y encima no les gusta demasiado lo que encuentran, empezando por una saturación que es a la vez éxito presente y augurio de fracaso futuro: vienen a disfrutar, pero es difícil hacerlo con la isla tan abarrotada. Lo explica Gadeso en su análisis, en el que vinculan precisamente la disminución de las intenciones de repetir vacaciones en la isla a "la obsolescencia" de la oferta de servicios y a "la saturación" de un destino que este año espera reventar (otra vez) su récord de visitantes (en el aeropuerto hay previstos vuelos para 26 millones de pasajeros, un 18% más que hace un año, cuando ya hubo un máximo histórico).

El resultado es que caen tanto el índice que refleja la presencia de turistas que repiten (los que ya estuvieron en veranos anteriores), como el que revela la voluntad de volver de los que recorren la isla este verano. Para empezar, según Gadeso, solo el 30,9% de los turistas de este verano había estado antes en Mallorca. Uno de cada tres, proporción que se reduce año a año. Y para continuar, el índice de repetición seguirá reduciéndose, según dejan entrever los datos: en 2014 el 37,1% de los turistas aseguraban que volverían, una tasa que ya va este verano por el 33,9%.

Con lo que la bajada de la fidelidad a la isla se acelera. ¿A qué responde? Pues tanto a que hay mucho turista prestado que llega a Mallorca mientras espera a que escampe en destinos caídos en desgracia (por lo que no piensan repetir), como a que es difícil repetir si siempre encuentras lo mismo, solo que más viejo y más lleno.

Malas notas en los hoteles

Así que el modelo de sol y playa a bajo coste no está agotado, pero parece agonizar, sobreviviendo más por la enfermedad de los competidores que por la buena salud de las propias islas. Pese a la fuerte inversión de los hoteleros en mejorar hoteles para subirlos a niveles de cuatro y cinco estrellas, y pese a los planes cada vez más ambiciosos para ligar a la calidad destinos como Magaluf y Platja de Palma (con iniciativas de inversión en oferta complementaria como Palma Beach o la ya en marcha hace dos años en Calvià), los turistas son cada vez más críticos con lo que encuentran en Mallorca. De hecho, la nota que dan a los hoteles es de 4,8, un suspenso que se repite en los apartamentos turísticos (4,7) y que encuentra contrapeso en la mejor nota de los agroturismo (6,9), los hoteles rurales (6,7) y el alojamiento residencial (6,1). Es decir, cuanto más tranquilo es el entorno, mejor es la nota, un hecho significativo en el destino más bullicioso y abarrotado del Mediterráneo: Mallorca. En Gadeso destacan además como motivo de insatisfacción de los viajeros la decepción, que se concreta en "sensación de una cierta estafa", cuando comprueban que los alojamientos que les recien no tienen mucho que ver con lo que reservaron por internet.

Suspenden comercio y hostelería

Fuera de los alojamientos, las notas tampoco remontan el vuelo. Más bien al contrario. La calificación media de la oferta especializada es de 4 puntos sobre 10, la más baja de los últimos años. El entorno medioambiental está en el 4,2, como en los últimos años. Entre todos los aspectos, la nota media de Mallorca es de 4,6, igual que la de 2015 y más baja que la de 2014, según el resultado de los 400 entrevistas realizadas por Gadeso para su informe.

Si se va al detalle dentro de cada categoría aparecen las mayores debilidades de la isla, a ojos de los turistas. En la oferta especializada, que engloba desde atracciones turísticas a restaurantes, bares, comercio y discotecas, califican como "muy deficiente" (nota de 2,8 sobre 10) la relación calidad-precio,. Además castigan especialmente el nivel de la oferta comercial (3,3 puntos sobre 10) y de la propuesta gastronómica (3,8). Las fórmulas de ocio les gustan un poco más (nota de 4,9) y los servicios de playa logran el 5 raspado.

En el caso de los servicios públicos de estas islas que acaban de poner en marcha una nueva versión de la ecotasa, la mejor calificación es para la asistencia sanitaria (5,6 puntos sobre 10, el mejor resultado desde 2014). En cambio los turistas puntúan con un deficiente las infraestructuras culturales (3,5), que por cierto también están entre las inversiones para las que se contempla usar el nuevo Impuesto de Turismo Sostenible (la renacida ecotasa). El transporte público, la seguridad y la información suspenden de nuevo, aunque con notas por encima del 4. Y del entorno medio ambiental disgusta sobre todo la limpieza (le ponen una nota de 3 sobre 10) y la contaminación acústica, que se apunta su peor resultado (un 3,5). Aprueban en cambio la calidad del agua costera (5) y la limpieza atmosférica (5,3). Tampoco en ese hay nada nuevo bajo el sol, en la que el tiempo y los turistas pasan, pero los defectos y problemas permanecen.