"Mi voto a Rajoy es no; ahora es no", afirmó el diputado socialista balear Pere Joan Pons, que ha subrayado que la presión para conseguir una mayoría de investidura del nuevo presidente del Gobierno debe recaer sobre el PP, no sobre el PSOE.

Después de su primera semana de actividad en el Congreso, con la conformación de la Mesa y la elección de Ana Pastor como presidenta, Pons sostiene que su partido mantiene la postura de votar contra la candidatura a la presidencia del Gobierno de Mariano Rajoy, aunque ha evitado ser tajante al descartar un cambio de voto.

El diputado, que ofreció ayer su primera rueda de prensa tras la constitución de las Cortes, puso un condicionante temporal a la posibilidad de abstenerse para facilitar la reelección de Rajoy: "Actualmente, no hay ningún motivo para que tenga que cambiar de posición".

No obstante, insistió en recalcar que la responsabilidad corresponde al PP, que ha demostrado que "los tabúes se pueden levantar en un santiamén" al pactar con nacionalistas catalanes y vascos la conformación de la Mesa del Congreso.

Pons subrayó que su partido actúa con coherencia respecto a lo que dijo durante la campaña electoral y que el PSIB, como ha sostenido desde las elecciones su líder, Francina Armengol, aboga por "intentar hasta el último minuto que haya acuerdos que permitan la conformación de un Gobierno diferente al del PP".

También consideró que las "líneas rojas" que el PSOE se impuso tras los comicios de diciembre para no pactar con partidos independentistas catalanes "el PP se las ha saltado en 5 minutos", pero eludió analizar si la estrategia adoptada entonces por su partido fue equivocada.