Francina Armengol agita las estancadas aguas del PSIB con una inyección en el aparato -y por sorpresa- de seis nuevas caras. Como más significativo, la secretaria general entra en la ejecutiva del partido a sus dos consellers con mayor proyección, Iago Negueruela (Trabajo) y Cati Cladera (Hacienda). También promociona al vicepresidente del Consell, Xisco Miralles, que se convierte en la nueva imagen de la formación.

Armengol coloca desde ayer a Negueruela al frente de los temas de ocupación, y a Cladera en la coordinación institucional y territorial, dos secretarías creadas ex profeso para ellos. Con el mismo movimiento de piezas, la presidenta del Govern y líder del PSIB-PSOE potencia a Miralles, hasta ahora responsable de la secretaría de política municipal, a la que incorpora la portavocía del partido. Asimismo, Armengol refuerza a su mano derecha en el Ejecutivo, la ibicenca Pilar Costa, asignándole la secretaría de acción electoral.

Francina Armengol presentó el nuevo organigrama al consejo político -máximo órgano de gobierno interno entre congresos-, que se limitó refrendárselo sin la menor estridencia.

El resto de incorporaciones son: Carmen Palomino -consellera de Función Pública del Consell de Mallorca-, que se encargará ahora de la formación y los nuevos afiliados; otro rostro joven, Javier de Juan, vicepresidente del IMAS, pasa a ser el secretario de políticas sociales. El organigrama se completa con Rafa Ruiz y Susanna Mora como vocales.

Entre los salientes más conocidos, la exconsellera menorquina Joana Barceló -enemiga íntima de Armengol-, o el también exconseller socialista Joan Mesquida. Desconectados hace tiempo del día a día del partido, los dos quedan definitivamente descabalgados del aparato. Lourdes Costa, exalcaldesa de Eivissa, es otra de las caídas.

Encrucijada estatal

Ante el incierto futuro político del PSOE a nivel estatal, Armengol ha querido adelantarse al congreso regional -previsto para antes de fin de año-, y ganar tiempo para tratar de rearmar el proyecto socialista en Balears. "Cogemos impulso" para "afrontar una legislatura donde queremos un partido más reforzado, más cercano a la ciudadanía y preparado para pactar las políticas que necesitamos en esta tierra", afirmó ayer tras el consejo político Armengol. No es un secreto que, pese a su sintonía, la mallorquina contempla con preocupación la hoja de ruta que lleva a cabo Pedro Sánchez en Madrid.

La presidenta destacó la nueva secretaría de coordinación institucional y territorial que ocupará Catalina Cladera, a quien alabó como "una persona con mucho peso en el Govern, fuerte y con empuje". Lo mismo con la nueva secretaría de Empleo, "porque es uno de los temas que más nos preocupa". La liderará Iago Negueruela, un perfil que "define muy bien el discurso de los socialistas en esta materia", dijo Armengol de su conseller favorito.

Tanto Cladera como Negueruela están llamados a jugar importantes responsabilidades dentro del PSIB, una carrera política en despegue que Armengol ha querido que se visualizara ya ahora.

En un comunicado, los socialistas tildan de "cambio sustancial" el ascenso a portavoz de Xisco Miralles, "una persona joven, con empuje y proyección", en palabras de Armengol. Así, dejará de ejercer esta labor Bel Oliver, mujer de confianza de la presidenta que sí mantendrá la portavocía del grupo parlamentario. Precisamente otra de las novedades alcanza ahí, ya que con la intención de mejorar la coordinación de los diputados Armengol ha designado a Vicenç Thomàs como su secretario general.

El gesto busca a su vez respaldar al vicepresidente del Parlament, que en la pasada legislatura fue el número 2 de Armengol, trabajando codo con codo, y que en esta ha quedado algo aparcado en su cargo en la Cámara.