La mitad de las especies de coral que se pescan por error sobreviven si se devuelven al mar antes de media hora. Es una de las conclusiones del proyecto de investigación Ecosamifed, en el que ha participado el Centro Oceanográfico de Balears, y que ha sido trasladada a modo de propuesta a las cofradías de pescadores del archipiélago. El sector pesquero ha tomado nota y se ha comprometido a asumir la propuesta y devolver al agua las especies accesorias siguiendo los protocolos ahora marcados. Además de esta, la Federación balear de Cofradías de Pescadores llevará a cabo otras nueve recomendaciones surgidas de la misma investigación y que comparten un mismo objetivo: la conservación y protección de los ecosistemas marinos de las Islas.

El Centro Oceanográfico de Balears y la Federación balear de Cofradías escenificaron ayer una alianza mediante la firma de un acuerdo de custodia marina con el objetivo de compatibilizar la pesca artesanal con la conservación de ecosistemas de tipo coralígeno. De momento, sólo se han sumado las cofradías de Pollença, Colònia de Sant Jordi, Fornells, Ciutadella, Eivissa y Formentera, si bien se espera que se vayan sumando el resto de las de Balears.

Fundamento científico

El acuerdo implica el compromiso de los pescadores de asumir un decálogo de propuestas formuladas por el organismo científico. Estas recomendaciones de buenas prácticas son el resultado de las conclusiones del proyecto de investigación Ecosamifed, financiado por la Unión Europea y que ha evaluado el impacto de la flota pesquera artesanal en el fondo marino mediterráneo. Los estudios se han desarrollado además de en Balears, en aguas de Cataluña, Italia y Túnez.

Entre las principales conclusiones de esta investigación se ha determinado que el 50 por ciento de las especies coralígenas que se capturan por error sobreviven si se devuelven al mar antes de 30 minutos. Además, se comprobó que el 95 por ciento caen al mar en la posición correcta. Según explicó el director del Centro Oceanográfico de Balears, Enric Massutí, "la pesca de langosta con trasmallo es la que tiene mayor incidencia en cuanto a la captura de especies que no se comercializan, como algas, esponjas y gongorias y que contribuyen a la formación de hábitats y a la biodiversidad".

Massutí celebró que "se vayan a utilizar los resultados de nuestro trabajo de investigación" para avanzar en que las capturas sean sostenibles. No obstante, el responsable del Centro Oceanográfico recordó que se trata "de un primer paso" y que queda "mucho trabajo por hacer". Desde la Federación de Cofadrías, su presidente, Joan Cànaves, celebró el acuerdo y explicó que "eran propuestas viables y asumibles" y destacó el "fundamento científico" que tenían. "Este acuerdo da prestigio a la flota de arte menor", aseguró, y se mostró convencido que "se irán sumando otras cofradías porque se trata de un proyecto que va a favor del sector pesquero".

Otras de las propuestas del decálogo de recomendaciones acordado son evitar pescar en zonas con comunidades frágiles, promover zonas de restricción pesquera, reducir las operaciones temporalmente por áreas y adaptar las dimensiones de artefactos de pesca para ser más selectivos.