El Govern empezará el año que viene a pagar proyectos con lo que se recaude con el Impuesto de Turismo Sostenible que acaba de entrar en vigor, según anunció ayer el vicepresidente y conseller de Turismo, Biel Barceló. Con lo que, como adelantó este diario el pasado mes de noviembre, tras la aprobación de los presupuestos de 2016, el dinero de este año, unos 40 millones de recaudación, vendrá estupendamente para cuadrar las cuentas de esta año y acercarse a los objetivos de déficit impuestos por el Gobierno central y la Unión Europea.

Desde ayer el tributo está en vigor a todos los efectos: empezó a cobrarse a los turistas el 1 de julio, pero fue ayer cuando se constituyó la comisión que se encargará de marcar los objetivos del fondo que se recaude y decidir qué proyectos se ejecutan, y en qué orden. Esa comisión, controlada por el poder político, está presidida por el propio vicepresidente Barceló, al que acompañan las conselleras de Hacienda (Cati Cladera) y Presidencia (Pilar Costa), y los consellers de Trabajo (Iago Negueruela) y Medio Ambiente (Vicenç Vidal). También están en el equipo de decisión la directora general de Turismo, Pilar Carbonell, y el director de Presupuestos, Joan Carrió. Aparte de los siete cargos políticos del Govern hay representantes de todos los consells insulars, del Ayuntamiento de Palma y de la federación que agrupa a los municipios de las islas (Felib). A ellos se unen vocales de los sindicatos UGT y CC.OO., de las patronales CAEB y PIMEB, del Consell Agrari, de la Universitat y de los grupos de defensa del patrimonio y el medio ambiente GOB, Amics de la Terra y ARCA.

Primero poyectos rápidos

Barceló aclaró que en noviembre se escogerán los proyectos, cumpliendo las cuotas de inversión que corresponden a cada isla. Se dará prioridad a las iniciativas "de más fácil ejecución", que serán las que empiecen a abordarse en los primeros meses del año que viene. Después se incorporarán proyectos más complejos, que en algunos casos requerirán inversiones durante varios años.

Entre los objetivos, en cualquier caso, el prioritario será la mejora del medio ambiente. Aunque el reglamente del tributo permite usarlo desde para crear empleo de calidad hasta para financiar actuaciones turísticas o recuperar patrimonio, el vicepresident Barceló incidió en que la protección del ecosistema y el paisajes marcará el paso.

El Govern ingresará el primer pago del impuesto (cobrado por los alojamientos desde el 1 de este mes) el próximo mes de septiembre, momento de la primera liquidación. Durante este mes, quienes tengan alojamientos dedicados al turismo deben inscribirse en un censo de la Agencia Tributaria. A partir del 1 de agosto, quien no lo haga se expone a una multa de 400 euros. De momento, hay más de mil empresas inscritas ya, según informó la consellera Cati Cladera, que recordó que en 2017 la recaudación por este impuesto rondará los 60 millones de euros.