Entre los meses de abril, mayo y junio, las tres plantas desaladoras de Mallorca han potabilizado hasta 5,5 millones de metros cúbicos de agua. El objetivo de la conselleria de Medio Ambiente era utilizar esta agua para el consumo y dejar que los acuíferos pudieran recargarse. Pese a ello, las lluvias no han acompañado y durante este año tenemos un déficit de precipitaciones que supera el 20%.
Esta cantidad de agua desalada que se ha extraído en estos tres meses contrasta con la que produjeron las desaladoras durante 2015. El año pasado las plantas potabilizadoras de Mallorca solo sacaron del mar 4 millones en todo el año. Si nos remontamos a 2014, vemos como la utilización de las desaladoras fue todavía menor. Solo 2,7 millones de toneladas en todo el ejercicio.
En solo tres meses la desaladora de Palma ha extraído un poco más de tres millones de toneladas de agua de mar para el consumo de la población. La de Alcúdia 1,15 millones y la de Andratx 1,26 millones. Estas dos últimas desaladoras estuvieron paradas desde el año 2010.
Estas cifras aportadas por el Govern indican que durante los últimos años de la pasada legislatura se optó por tener las desaladoras a rendimiento mínimo y utilizar el agua de los acuíferos. Desde el actual ejecutivo del Pacte acusaron al anterior Govern del PP de sobreexplotar las reservas hídricas y así poder ahorrar teniendo las desaladoras prácticamente paradas.
Esta gestión hídrica ha provocado otro problema. Las desaladoras necesitan funcionar para realizar su mantenimiento. La falta de actividad, según Medio Ambiente, provocó que hasta tres líneas de la desaladora de Palma quedaran prácticamente inservibles y ahora se han tenido que reparar por la vía de urgencia.
El sistema de ósmosis inversa que utilizan las desaladoras se encarga de purificar el agua mediante unas membranas que necesitan estar en permanente contacto con la humedad para evitar su deterioro y que puedan realizar la función de potabilización.
