El 32% de las personas que no denuncia un delito de odio considera que no servirá de nada, según una encuesta de la Agencia Europea de Derechos Humanos que citó la consellera Fina Santiago. Además, el 16% no lo hace por temor a represalias y un 15% porque todavía no quiere salir del armario. "Si somos víctimas tenemos que denunciar", afirmó Santiago, quien expresó con contundencia que estas tienen que acabar en los juzgados. Entonces, la justicia "también tiene ser parte activa de sensibilizar cada vez más a la población de que la convivencia tiene que ser posible".