Un turista de nacionalidad española ha presentado la única queja formal por el pago del impuesto sobre las estancias turísticas, en sus dos primeras semanas de aplicación. Se trata de la primera y sola protesta realizada por escrito ante la Administración autonómica en este periodo, en el que han pasado por Balears aproximadamente un millón de viajeros que ya han tenido que desembolsar entre 0,5 y 2 euros por pernoctación.

En su escrito, el visitante lamenta enérgicamente haber tenido que abonar la llamada ecotasa, siendo un ciudadano español, y considera que el nuevo gravamen aprobado por el Govern lesiona su derecho a la libre circulación por el territorio del Estado.

El turista se alojó en un resort en la bahía de Pollença y ha redactado en catalán su queja, que registró el pasado día 4 ante la conselleria de Turismo, exigiendo que se le responda en el mismo idioma.

"Hemos estado unos días en Mallorca, en el [nombre del establecimiento], y a la hora de pagar nos hemos llevado la no grata sorpresa de que teníamos que pagar una tasa turística especial aun siendo españoles", narra molesto el visitante, que por la categoría del establecimiento citado tuvo que abonar dos euros por persona y noche. "Hicimos la reserva en marzo y nadie nos informó" de que a partir del uno de julio se reinstauraba en Balears el pago de la ecotasa, añade. "¿Nos hemos vuelto locos? ¿Es que no quieren que vengamos a Mallorca a conocerla?", pregunta al Govern el turista, haciendo patente su malestar porque acaso él no es "español y libre de circular por España, habiendo ya pagado" sus "impuestos".

El turista inquiere además sobre "cómo nos hubieran cobrado esto si hubiéramos venido en caravana". Finalmente, también se pregunta si "deberíamos promover tasas turísticas para el resto de españoles que vayan a Cataluña, Aragón o Andalucía".

Si bien no ha trascendido la procedencia del turista, parece entreverse que reside Cataluña -por el registro lingüístico que usa-, donde precisamente se fue pionero en la implantación de un impuesto turístico.

De la ecotasa se habló ayer nuevamente en el Parlament, destacando el Ejecutivo la "normalidad más absoluta" que rige la entrada en vigor del flamante tributo, en palabras de la consellera de Hacienda, Catalina Cladera.

El diputado del PP Álvaro Gijón interpeló a Cladera sobre el número exacto de establecimientos así como cuántos pisos de alquiler vacacional van a recaudar el impuesto. También alertó sobre el "riesgo de la bajada de los ingresos" a raíz de la implantación de la ecotasa. La consellera replicó que "a finales de julio se sabrá cuántas empresas se han dado de alta", mostrándose convencida de que serán todas. Cladera destacó el "apoyo y a la aceptación social y empresarial" que ha tenido el impuesto de estancias sostenibles.

Gijón no se mostró convencido, y aseguró que los 90 millones de euros de previsión de ingresos bajarán hasta los 60, reclamando además al Govern que revise la burocracia que complica, denunció, a los empresarios el cobro.

Podemos quiere participación

En otro orden, Alberto Jarabo se felicitó de que "a pesar del alarmismo del PP" la ecotasa haya tenido buena acogida, si bien mostró su preocupación porque se mermen los "mecanismos de participación ciudadana" a la hora de decidir en qué proyectos se invierte el dinero recaudado, esgrimiendo un dictamen del Consell Consultiu al respecto.

La presidenta del Govern, Francina Armengol, respondió al líder de Podemos que la comisión que decidirá los proyectos se constituye el martes que viene, será "muy plural y diversa", y velará para que éstos tengan el mayor apoyo posible. Jarabo instó a fomentar "la corresponsabilidad de la sociedad" para que la ecotasa tenga un claro retorno a la ciudadanía balear.