Los trabajadores del mantenimiento de las principales autopistas de Mallorca, englobados en la Unión Temporal de Empresa (UTE) Conservació Ponent Llevant, reclaman ante la Justicia que se les pague un plus de peligrosidad por tener que trabajar a pocos metros del intenso tráfico. Ayer se celebró el juicio en el Juzgado de lo Social número Dos de Palma por esta reivindicación. Los empleados de la UTE presentaron hasta 40 incidentes en los últimos tres años, mientras que la empresa alegó que se cumplen a rajatabla los protocolos de señalización marcados por el Ministerio de Fomento y el Consell de Mallorca. El magistrado, una vez escuchadas las partes, dictaminó que el juicio queda visto para sentencia.
La UTE Conservació Ponet Llevant es la concesionaria del Consell de Mallorca para el mantenimiento integral de las autopistas que van de Palma a Andratx y de Palma a Llucmajor. Cuenta con unos 22 trabajadores, de los cuales 14 han presentado la demanda para exigir el plus de peligrosidad.
Nicolau Forteza-Rey es el delegado de prevención y delegado sindical. Explicó que "estamos expuestos de forma diaria al intenso tráfico y trabajamos a un metro de coches que va a 120 kilómetros a la hora". El representante de los trabajadores también recordó que cada semana se producen incidentes durante el mantenimiento: "Prácticamente cada semana, pese a que cortamos un carril y se coloca señalización, siempre hay algún vehículo que se lo salta y arrasa todos los conos. No hay una desgracia porque en la mayoría de ocasiones tenemos la suerte de que no haya ningún compañero en el trayecto del vehículo".
El propio Nicolau Forteza-Rey, estando en la cabina del camión del trabajó, vio como otro camión le dañó una mano y prácticamente le cortó un dedo, mientras trabajaban junto al túnel de Génova. De igual modo, hace unos años una mujer arrolló el vehículo de la fumigación lesionando gravemente a varios trabajadores. El atestado demostró que la conductora estaba bajo los efectos de las drogas.
"Tenemos claro que con el plus no vamos a eliminar el peligro, pero para nosotros es importante que se reconozca la situación arriesgada de nuestro trabajo. No existiría peligro si nosotros pudiéramos controlar las condiciones de trabajo y de seguridad, pero es imposible el control absoluto para evitar que un vehículo se salte la barrera de conos e invada nuestra zona de trabajo", explicó Nicoalu Forteza Rey.
Durante el juicio, el abogado de la UTE mantuvo que se están cumpliendo a rajatabla los controles de seguridad, que se está dando formación continuada a los trabajadores y con ello el peligro prácticamente desaparece. Este periódico intentó sin éxito ponerse en contacto con un responsable de la UTE para que detallara su versión de los hechos.
Consell de Mallorca
La consellera insular de Urbanismo y Carreteras, Mercedes Garrido, indicó que esta es una reivindicación ajena al Consell de Mallorca. Es entre una empresa concesionaria y sus trabajadores. Pese a ello, indicó que "desde nuestro departamento siempre hemos primado la seguridad de los operarios que trabajan en las carreteras. De hecho, hemos llegado a paralizar alguna actuación por este motivo". Garrido añadió que considera que se trata de un trabajo peligroso y espera que se resuelva el conflicto. "Nosotros no tenemos constancia de que este cuestión se haya planteado ante la Justicia, ya que la empresa no nos lo ha comunicado", aseveró.
El contrato con esta UTE fue formalizado en 2011 por un montante superior a los 20 millones de euros. Según explicaron desde el Consell, concluye el año que viene y ya se está trabajando con un nuevo concurso público.
