Balears dispondrá de 19 millones más de los previstos a principios de año, una cifra que bastaría para pagar este año el proyecto estrella del Govern: la renta social de entre 429 y 667 euros al mes que se da a las personas con menos recursos. La entrega adicional corresponde a la liquidación definitiva de la financiación autonómica de 2014.

El sistema de reparto autonómico funciona con dos años de dilación: en 2016, se cobra lo que corresponde a 2014. Para ello, el Estado da un cálculo previo de lo que creen que le tocará a comunidad, y en julio hacen la cuenta definitiva. Pues bien, para este año estaba prevista la llegada de 659 millones, pero finalmente será 19 millones más, hasta un total de 678 millones de euros.

De esa cantidad, 300 millones ya han llegado a las islas, a razón de 50 millones de adelanto cada mes. Y ahora en julio entrarán de golpe en las arcas de la comunidad los 378 millones de euros restantes, todo un alivio para la caja de la comunidad, en constante batalla contra los retrasos en el pago a proveedores.

Así que en principio la noticia debería ser fuente de alegría para el Govern, que disponde de repente de un extra de liquidez que equivale a la mitad del presupuesto de departamentos autonómicos como el de Turismo. Pero en el Govern no están satisfechos. Para empezar, en la Conselleria de Hacienda, liderada por Cati Cladera (PSOE), se desconfía del calculo que ha hecho el Ministerio de Hacienda de Cristóbal Montoro (PP), sobre todo porque no acaban de cuadrar los datos por lo recaudado por IVA. Para continuar, mosquean las cifras del reparto: hace solo dos meses, en campaña, el ministro Montoro dijo que habría 703 millones adicionales a repartir entre todas las autonomías con esta liquidación que ahora se conoce, pero a Balears solo llegan 19 millones de euros, mientras Cataluña se embolsa 144, Madrid recibe 110 adicionales, Galicia se lleva 53 o la Comunidad Valenciana obtiene 69 millones extra.

Y para concluir preocupa en la Conselleria de Hacienda el propio sistema de financiación, que perjudica seriamente a Balears. El dato de este año lo explica bien: Balears está recibiendo en 2016 un total de 678 millones correspondientes al año 2014, es decir, en ese 2014, en plena batalla contra el déficit, el Gobierno central se equivocó en sus cuentas tanto que ahora tiene que compensar 678 millones. El dinero acaba llegando, sí, pero lo hace tarde, y después de que la autonomía haya visto retrasados sus pagos a proveedores y haya tenido que acometer recortes durísimos para cuadrar sus cuentas.