Hace quince días, solo en 38 de los 58 alojamientos con categoría cinco estrellas quedaban habitaciones para la tercera semana de julio. Pocas y caras, pero quedaban. Anteayer ya únicamente había hueco en diez. Y aún más caras. Para agosto tampoco hay gran cosa libre. Y lo que resta sube y sube, con precios de hasta 12.000 euros la semana. Septiembre será muy lucrativo. Y en los mejores establecimientos aseguran que tienen cifras considerables de reservas en octubre. El otoño viene "muy fuerte", dicen: si el 'brexit' no enfría el cierre, la Mallorca cinco estrellas vivirá su mejor año.
Un ejemplo, para la próxima semana, la opción cinco estrellas más barata está en Cala Ratjada y cuesta 2.529 euros una semana. No hay sitio en Son Net, ni en los hoteles Calatrava, Hipocampo Palace (Cala Millor), Iberostar Playa de Palma, Son Antem, Belmond (Deià) o Meliá Cala d'Or. Tampoco en el Llaüt Palace Hotel y el Pure Salt Garonda, ambos grandes, ambos en Platja de Palma, ambos sin un solo hueco. Por supuesto no hay habitaciones en el St. Regís Mardavall, ni en Can Alomar, ni en el hotel Singular de Sant Francesc, el Nixe Palace de Cala Major o el Convent de la Missió. Queda por vender alguna suite menor en Portals Hills (a 4.000 la noche, lejos de los 11.000 que llegan a pedir por la semana del mejor ático) y muy pocas habitaciones en hoteles grandes como el Meliá del Mar, que vende sus últimas camas por casi 5.000 la semana, que son 6.000 en el Castell de Son Claret, lo mismo que en el Jumeirah Sóller, otro que también estará casi a tope todo el verano.
