Continúan las revisiones médicas para los niños llegados de Europa del Este o de los campamentos de Tinduf (Argel) en el marco de sendos programas de acogida. Diferentes instituciones sanitarias, tanto públicas como privadas, ponen a sus profesionales al servicio de estos menores, ofreciéndoles una atención médica difícil de conseguir en sus lugares de origen y poniendo especial atención a dolencias prevalentes en sus regiones.

Los menores llegados de Ucrania y Bielorrusia, donde aún perduran los efectos del accidente nuclear de Chernobil sucedido hace treinta años, pasaron ayer una revisión bucodental.

El Colegio Oficial de Dentistas revisó a todos los chavales llegados de Europa del Este por tercer verano consecutivo. El Colegio de Dentistas participa en el Plan de Saneamiento de la Associació Per ells, con quien tiene firmado un convenio de continuidad para garantizar la atención bucodental de los menores año tras año.

Por otro lado, 28 niños saharauis del total de 96 que participan en el programa de Vacances en Pau pasaron un chequeo médico general en el centro de salud de Son Ferriol. La consellera de Salud, Patricia Gómez, acudió al centro para saludar a los menores.

El resto de niños saharauis que ayer no pasaron la revisión son menores que ya han visitado la comunidad en programas anteriores y ya tienen historia clínica abierta con lo que se les hará la revisión en los centros de salud que correspondan a cada familia acogedora.

Los centros de salud de Son Ferriol y de es Blanquer en Inca, así como el Hospital de Manacor, son los tres centros sanitarios que aportan profesionales voluntarios para realizar las revisiones a los niños. Esta actuación permite "homogeneizar y agilizar" la atención de salud de estos niños, que viven confinados en campos de refugiados, con escasez de recursos sanitarios, diversas patologías y una alimentación pobre en calorías y en variedad.