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Celebración

La despedida a un cálido mes de ramadán

Los musulmanes de Mallorca celebran con una oración el fin del periodo en que no han podido beber ni comer durante el día

El ramadán llegó ayer a su fin después de un mes entero en el que los musulmanes no han podido beber ni comer durante el día. Y sobre fumar y mantener relaciones sexuales, ni hablar. Durante la mañana se congregaron cientos de ellos en el estadio de Son Moix para el rezo que marca la fiesta del final del ayuno.

Los fieles tuvieron que madrugar para asistir con la vestimenta tradicional y evitar atascos que les pudieran hacer llegar tarde a una cita que para ellos es imprescindible. La entrada al estadio fue absolutamente tranquila, sin prisas y hablando más bien poco. Para una persona ajena a este tipo de actos se le puede hacer raro observar que entran por separado hombres y mujeres. Ni siquiera comparten el mismo espacio para el rezo. El imán de la mezquita palmesana de Furkan, Younes Chaer, explicó que es solo por una cuestión de orden, que "viene de tiempos de Mahoma". Así, quiere quitarle cualquier tinte machista que puede interpretarse de este hecho.

Dris es uno de los creyentes que se pasaron ayer por Son Moix. Llega acompañado de uno de sus tres hijos, que se muestra algo inquieto a tan solo unos minutos de empezar el rezo conjunto. De alguna manera, celebrar el ramadán le recuerda a su infancia, al tiempo que pasaba con sus padres, a quienes ahora no puede ver desde que aterrizó en la isla.

Pasadas las ocho de la mañana, cuando el Sol todavía no aprieta en exceso, empiezaron las oraciones mirando en dirección hacia La Meca. Se levantan, se sientan y se agachan de una manera tan sincronizada que parece que hasta lo han ensayado. Y de cierta forma es así, puesto que la mayoría ya es "veterana" en esta ceremonia. Todos ellos permanecen rodeados de toda una hilera de zapatos, que tienen que quitarse antes de incorporarse al grupo.

Otro de los musulmanes que estuvieron presentes en la jornada de ayer sobre el césped fue Masood. Sus dificultades con el castellano señalan que es un recién llegado a Balears. Este mes ha sido duro, y más con el calor, que se ha notado especialmente en estos últimos días. Eso sí, asegura que también "depende del trabajo" que cada persona haga, ya que si es muy físico se puede hacer cuesta arriba. Y para alguien que todavía no se haya estrenado, más. Es igual para todo el mundo, tanto si se es rico como pobre, defendió.

Una de las acciones que debe cumplir cada musulmán es la del zakat, una limosna obligatoria para los fieles. Los hombres deben dar cinco euros de limosna por cada miembro que haya en su familia, que luego van destinados a los pobres, aseguró Chaer. "Y si puedo dar más, doy más. Esto complementa al ayuno". Y si por alguna razón algunos de estos fieles no ha podido cumplir a rajatabla el ayuno, "el zakat te purifica".

Tras 10 minutos de rezo, todos marchan a casa tras un mes del que han salido "más relajados, llena espiritualmente, más satisfecha", comentó el imán. Dris pasó el resto del día visitando a sus familiares y amigos, un hecho que se repite en boca de otros musulmanes. Es un momento para "olvidar problemas" que tienen. Chaer agregó que también es normal visitar a otra gente enferma, personas que no tienen a nadie -sean de la religión musulmana o no-. Eso sí, antes tuvieron que superar el atasco de Son Moix, que se agravó por la salida en masa de todos los coches del aparcamiento.

Sin embargo, no todos han podido celebrar el ramadán. Hay gente que, por causas mayores, está exenta de pasarlo. "Hay permisos para gente enferma, embarazadas, las mujeres cuando tienen la regla, los niños...", confirmó el imán de Furkan. Los ancianos también entran en ese grupo, pero a veces se resisten a dejar esta tradición que llevan toda la vida haciendo. "A nosotros nos costó convencer al nuestro para que lo dejara", recordó Dris con cierta nostalgia por esa época pasada.

Condena al Daesh

Es imposible pensar en el ramadán sin recordar las barbaries que ha ido cometiendo Daesh durante los últimos meses, que han azotado ciudades tan importantes como París, Bruselas o Estambul. Ante esto, el imán Younes Chaer, quien además de estar en la mezquita Furkan pasó una temporada en la de Ihsan, en Son Gotleu, y también es doctorado en filología andaluza árabe, expresó su rotunda condena a estos ataques terroristas.

"El islam no tiene nada que ver con esto, no te permite matar ni una mosca", apuntó con contundencia el imán ante los fieles. Ante esta situación, quiso recordar que "el Corán está enfocado a respetar los principios humanos, al ser humano en general, sea cristiano, judío, de otra raza, no importa".

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