El fiscal jefe anticorrupción, Antonio Salinas, y el fiscal superior de Balears, Bartomeu Barceló, han pedido al fiscal anticorrupción Pedro Horrach que aplace su abandono del ministerio público en espera de que el caso Nóos llegue al Tribunal Supremo. Horrach ha anunciado su paso a la abogacía privada y la creación de un bufete en Palma tras 22 años como fiscal, diez de ellos en anticorrupción donde ha desarrollado una eficaz e intensísima lucha contra las tramas políticas del PP y UM.

Hace dos años, cuando el caso Nóos se hallaba todavía en fase de instrucción, Horrach comunicó a un superior que cuando se acabase el juicio por esa causa dejaría la fiscalía. No pasó ni una semana del final del juicio cuando el fiscal mallorquín (nacido en sa Pobla el 8 de septiembre del 1966) informó a sus superiores en la noche del martes de que abandonaba el ministerio fiscal. "No necesito defender mi trayectoria; simplemente he terminado una etapa y quiero empezar otra", resumió el fiscal ayer a Europa Press.

Horrach se ha volcado en los últimos años en el sumario de Nóos, una pieza separada del caso Palma Arena. Su entrega ha sido por un doble motivo: conseguir el mayor número de pruebas contra los principales acusados (Iñaki Urdangarin, Diego Torres y Jaume Matas) y evitar, primero, la imputación de la infanta doña Cristina y, después, conseguir su absolución ante la sala primera de la Audiencia.

Tensión con Romero

Pedro Horrach, que ha estado arropado en la vista oral de Nóos por su compañera Ana Lamas, ha tenido tiras y aflojas con la presidenta del tribunal Samantha Romero. La jueza le ha tratado como si fuera una parte más y no se ha recatado en llamarle la atención e interrumpir sus intervenciones cuando ella estimaba que el fiscal incumplía los protocolos.

El fiscal anticorrupción también ha tenido roces con Virginia López Negrete, la letrado de Manos Limpias y la única acusación que pide la condena de doña Cristina de Borbón y Grecia. Horrach llegó, en un receso, a echar en cara a Negrete su complicidad con la extorsión de Manos Limpias, algo que enfureció a la letrada, que exigió, en vano, las disculpas del fiscal anticorrupción.

Los planes de Horrach pasan por seguir unas semanas más en la fiscalía, tiempo que dedicaría a concluir algunos sumarios de corrupción que están en fase de acusación o enjuiciamiento.

En este sentido sus superiores en la fiscalía anticorrupción y en la fiscalía superior de Balears han hecho ver a Horrach la conveniencia de aplazar la solicitud de excedencia hasta dentro de unos meses, cuando ya ha salido la sentencia del caso Nóos y se hayan redactado los previsibles recursos de casación ante el Tribunal Supremo.

"No es inminente, no es para mañana, va a estar todavía una temporada, esperemos que al menos hasta que se dicte la sentencia del caso Nóos y si hay que preparar un recurso, que sea él todavía como fiscal quien lo vaya a preparar", dijo Bartomeu Barceló a la agencia Efe.

Sentencia para septiembre

"Esperemos que en septiembre ya haya sentencia y se haya podido preparar, si se tiene que preparar, el recurso de casación", añadió el fiscal superior de Balears. "Hay que prever que en un tiempo razonable haya una sentencia y se pueda preparar pero ya veremos", apostilló.

Según Barceló, Horrach "probablemente tendrá que esperar porque él conoce todos los pormenores de la causa, porque la ha llevado desde el principio y no se puede dar la preparación del recurso a otro fiscal".

Si el acusador público en el caso Nóos finalmente cumple su sueño de ejercer como abogado particular no podrá intervenir en asuntos que haya llevado como fiscal. El fiscal superior Barceló señaló que las mayores incompatibilidades se producen cuando los fiscales en excedencia regresan de la abogacía al ministerio público: deben pasar dos años para ejercer en el mismo lugar donde han sido letrados.

Horrach es el fiscal encargado del caso Son Espases, que él inició con una investigación preliminar en fiscalía y que instruye el juez José Castro. En esta causa se han vuelto a producir roces entre el acusador público, partidario de cerrar las pesquisas ya, y el magistrado, que ha prorrogado la instrucción doce meses.