La sección segunda de la Audiencia de Palma juzgará desde el 4 de julio a Pere B.R., expárroco de Can Picafort (Santa Margalida), por presuntos abusos sexuales continuados a una monaguillo de su parroquia desde que la niña tenía 10 años, delitos por los que la Fiscalía pide una condena de 42 años de prisión. Los hechos ocurrieron desde principios de 1997 hasta el verano del año siguiente.

El entonces sacerdote empezó a realizar tocamientos esporádicos a la menor, "guiado por la finalidad de satisfacer su ánimo libidinoso", según el escrito de acusación de la Fiscalía. El párroco aprovechaba la ausencia de adultos y llevaba a la menor a su propia habitación para estar a solas con ella, siempre según relato fiscal. Empezó por besarla y tocarla sujetándola para que no pudiera moverse y, en episodios de frecuencia semanal, el cura, que tenía 45 años, comenzó a desnudarla y desvestirse él también y siguió avanzando en los tocamientos. Cuando acompañaba a la menor a su domicilio en coche, la obligó a practicarle felaciones en una veintena de ocasiones.

En1997, el acusado fue sorprendido cuando tocaba a la menor en el sofá de la parroquia. Al transcurrir el tiempo sin consecuencias, el sacerdote llevó a la menor a su habitación a principios de 1998 y la violó hasta en diez ocasiones. Tras el episodio del sofá, la Fiscalía realizó una investigación, pero el sacerdote advirtió a la menor de que si decía algo "lo pagaría caro", y la niña negó los hechos.

Finalmente fueron denunciados en noviembre de 2012. El fiscal pide para el acusado 42 años de cárcel por delitos continuados de abusos sexuales a una menor.