La infanta Cristina y su marido, Iñaki Urdangarin, han llegado a las 9.00 horas a la sede de la Escuela Balear de la Administración Pública (EBAP) de Palma para asistir al final del juicio del caso Nóos, que quedará hoy visto para sentencia después de casi seis meses de vista oral.

La presidenta del tribunal, Samantha Romero, ha dado por comenzada a las 9.20 horas la última sesión del juicio del caso Nóos, a la que asisten la infanta Cristina y los otros 16 acusados.

Doña Cristina, su marido Iñaki Urdangarin y los otros quince procesados vuelven a estar hoy presentes en la sala de vistas, donde se sentaron por primera vez el pasado 11 de enero y hoy atenderán a los informes finales de tres defensas y tendrán oportunidad de decir su última palabra antes de que quede visto para sentencia.

La jornada, la sexagésima primera del juicio, arranca con la presentación del informe final de la defensa del exvicealcalde de Valencia Alfonso Grau, del asesor fiscal Salvador Trinxet y de la propia Infanta, procesados los tres solo a instancias de las acusaciones populares.

En representación de la hermana del Rey, acusada de cooperar en dos delitos fiscales de Iñaki Urdangarin, el letrado Pau Molins defenderá la inocencia de su defendida y, previsiblemente, volverá a cuestionar la legitimación del sindicato Manos Limpias para sostener la imputación en solitario.

Manos Limpias mantuvo su petición de ocho años de cárcel para la infanta Cristina por el presunto fraude por parte de su esposo en el IRPF de 2007 y 2008, una posición que criticó duramente el fiscal Pedro Horrach, que también censuró al juez instructor, José Castro, y a la Audiencia de Palma por legitimar la acusación.

La antigua duquesa de Palma, que cerró el turno de declaración de los acusados el 3 de marzo, escuchará la argumentación de su abogado sentada en la sala de vistas junto a los otros procesados.

Cuando concluya el trámite de informes, la presidenta del tribunal ofrecerá a los acusados la posibilidad de dirigirse a las partes para decir lo que consideren conveniente, un derecho que tienen la libertad de ejercer o declinar.

Después, la magistrada que ha dirigido la vista declarará el juicio visto para sentencia, cerrando así el antepenúltimo capítulo de un caso que se abrió hace casi seis años como una pieza separada del procedimiento conocido como Palma Arena, impulsado por el juez Castro en colaboración con el fiscal Horrach.