Virginia López Negrete, acusadora popular en nombre del desprestigiado sindicato Manos Limpias (investigado por corrupción), ha adelantado que no piensa suavizar su petición de penas para los principales acusados del caso Nóos, entre ellos la infanta Cristina.

Negrete ha conseguido llegar a la recta final de la vista oral sin que las peticiones de varias defensas y de la fiscalía anticorrupción para apartar a Manos Limpias del proceso, por las sospechas de corrupción sobre sus dirigentes, hayan prosperado. La abogada también ha sabido capear el temporal informativo contra ella y el sindicato que a punto ha estado de obligarle a tirar la toalla.

La acusadora popular optó, tras el estallido de la operación Nelson que llevó a prisión al secretario general de Manos Limpias, Miguel Bernad, y al líder del grupo Ausbanc, Luis Pineda, por seguir en su puesto en el juicio de Nóos alegando que conseguir la condena de doña Cristina, su marido Iñaki Urdangarin y el exsocio de éste Diego Torres, es un beneficio para la sociedad.

Negrete pedía al comienzo de la vista oral ocho años de cárcel para la exduquesa de Palma por dos presuntos delitos contra la Hacienda Pública, al acusarla de cooperar con su marido en defraudar al fisco casi 340.000 euros.

Pasado mañana la abogada tendrá que formular sus calificaciones definitivas y nada parece indicar que vaya a alterar su solicitud de condena para la hermana del Rey.

Manos Limpias es la única parte que pide la condena para los 17 acusados, dado que la fiscalía no reclama pena para la Infanta ni para Salvador Trinxet, el abogado que intervino en la constitución de la trama internacional de Nóos.

El inactivo sindicato solicita casi 27 años de privación de libertad para Iñaki Urdangarin (frente a los 19,6 que pide la fiscalía); 22 años para Diego Torres (por 16,6 de la fiscalía) y casi 20 para la esposa de éste, Ana María Tejeiro (frente a 2 años del fiscal).