La Mesa del Parlament, órgano de Gobierno de la Cámara balear presidida por Xelo Huertas (Podemos), ha admitido la queja presentada por el PP por la rueda de prensa que ofreció el pasado lunes el número uno de la lista electoral de Podemos, Juan Pedro Yllanes y, en una carta firmada por Huertas y remitida a la portavoz popular, Marga Prohens, "recrimina el uso" de la sala de prensa del Parlament que realizó el partido morado.

En el escrito de la presidenta del Parlament se emplaza a Podemos a que "mientras dure el proceso electoral para las próximas elecciones generales, se abstenga de hacer ruedas de prensa en las que cuente con la presencia de candidatos" a los comicios del 26 de junio. La Mesa esgrime que aún no se han fijado los criterios para la utilización de las dependencias del Parlament por parte de los grupos parlamentarios para llevar a cabo reuniones internas, jornadas, conferencias, ruedas de prensa y otras actividades, por lo que considera que la rueda de prensa de Yllanes no debería haberse producido.

Así, la Mesa, integrada por Huertas, dos representantes del PP, uno del PSOE y uno de Més, da la razón al grupo popular, que el pasado lunes anunció la presentación de una queja nada más conocer que Yllanes ofrecería una rueda de prensa en el Parlament. El PP consideró que la Cámara balear es la sede de los diputados elegidos por los ciudadanos de las islas para defender sus intereses y no un espacio para que los candidatos de los partidos hagan campaña electoral.

El líder balear de Podemos, Alberto Jarabo, insistió ayer en que la rueda de prensa de Yllanes no tuvo un propósito "electoralista", sino que estuvo motivada por la presentación de las propuestas de Podemos para la oficina anticorrupción, una cuestión sobre la que el candidato del partido es el coordinador de Podemos para la creación de estos organismos en distintas Comunidades Autónomas. "En ningún momento hizo un uso electoralista de este Parlament", insistió Jarabo quien consideró que el que Huertas comunique la decisión de la Mesa forma parte de la función de la presidenta del Parlament de velar de manera "independiente" por el buen uso de las dependencias de la Cámara.