La tasa de empleo temporal existente en Balears no solo es algo más alta que la media española, sino que además prácticamente duplica la media europea, según se destaca en el ultimo informe elaborado por la Unidad de Seguimiento de la Calidad del Empleo y que ayer fue presentado por la conselleria de Trabajo.

Este estudio sirvió al conseller Iago Negueruela y al director general de Empleo, Llorenç Pou, para cuestionar la solidez de las contrataciones que se realizan en estos momentos en las islas, y cuyo deterioro se achacó en buena medida a la reforma laboral aprobada por el Gobierno central de Mariano Rajoy.

Según este informe, la excesiva temporalidad de las contrataciones se refleja en que en las islas el 26,5% de los empleados mantenían una relación laboral de este tipo, frente al 25,1% de la media española y muy lejos del 14,2% de la Unión Europea.

Este problema tiene una especial incidencia entre el colectivo masculino, los jóvenes y en el sector de la construcción.

En el caso concreto de los menores de 25 años, no solo padecen unos niveles de desempleo más elevados, sino que además su tasa de temporalidad roza el 70%.

Según los datos de la Encuesta de Población Activa, las islas son la sexta autonomía con una temporalidad más acentuada en su mercado laboral, quedando por delante, por este orden, Andalucía, Extremadura, Murcia, Canarias y la Comunidad Valenciana.

Otro aspecto señalado en el informe es el fuerte incremento que se ha dado entre el colectivo de asalariados fijos-discontinuos, que entre 2009 y 2014 ha aumentado un 29% (coincidiendo con el recorte de establecimientos hoteleros abiertos todo el año), mientras que en ese mismo periodo los trabajadores indefinidos a tiempo completo se han reducido un 19%.

La temporalidad no es el único problema al que se enfrentan los asalariados isleños, sino que además hay que apuntar la elevada rotación que se produce.

Así, si se analizan los contratos temporales de duración determinada (esta categoría excluye a los indefinidos y a los de obra o servicio), un 36,1% tenían una duración inferior a un mes, y un 20% tan solo tenían una vigencia de uno o dos días. Además, la cifra de los contratos de un día de duración se ha duplicado durante el periodo comprendido entre 2010 y 2014.

Si se compara la evolución que los contratos han tenido desde 2008 hasta 2014, se observa que el único grupo que crece es precisamente el de los que duran menos de 30 días, mientras que los que superan los 12 meses se han quedado reducidos a una tercera parte durante ese periodo. Eso supone una creciente inseguridad para los asalariados.

Otro problema que se ha agravado tras la reforma laboral de 2012 es el de la parcialidad, es decir, de los contratos que no son a jornada completa. Aunque la tasa de Balears (14,1% en 2014) es inferior a la española (15,8%) y a la europea (20,5%), el crecimiento ha sido muy notable, ya que en 2008 era de un 9,9%.

Pero el problema más grave es que el 56,1% de las personas con este tipo de relación laboral en las islas afirma que no la desea, y que no le ha quedado más remedio que aceptarla por no encontrar un empleo a jornada completa.

Horas extras ilegales

Otro elemento para calibrar la calidad de l empleo de Balears es el de las horas trabajadas, y en este informe se pone de relieve que un 6,2% de los asalariados del archipiélago reconoce que de forma habitual supera las 43 horas semanales, lo que supone que se ve obligado a realizar horas extras ilegales. Este grupo registró un importante incremento en 2013, para a partir de ahí iniciar una evolución a la baja.

Por todo lo expuesto, una de las conclusiones del estudio es que la mejoría de la economía balear no se está viendo acompañada de un incremento en los niveles de calidad del empleo, y ademas se está registrando un aumento de las desigualdades sociales.