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El juicio del caso Nóos

El tribunal de Nóos sanciona al abogado de Diego Torres por insultar a Gallardón

La Audiencia recrimina que llamara "idiota" al exalcalde de Madrid, durante su declaración El letrado puede presentar alegaciones

González Peeters. b. ramon

El tribunal de la Audiencia de Palma que juzga el caso Nóos ha impuesto una sanción económica al abogado Manuel González Peeters, defensor de Diego Torres, al considerarlo autor de una falta disciplinaria durante el desarrollo de la vista. En concreto, se le sanciona por haber llamado "idiota" al exalcalde de Madrid y exministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, cuando declaraba como testigo en el juicio. Esta multa ha sido comunicada al letrado, que puede presentar un recurso contra esta decisión. El abogado ya presentó un escrito de alegaciones al anunciar el tribunal el inicio de un expediente sancionador. González Peeters dijo que se trató de un comentario a su cliente y recordó que el tribunal ni siquiera se había dado cuenta, dado que fue una frase en un tono muy bajo.

Aunque el tribunal no se diera cuenta en ese momento del comentario del abogado, la frase quedó grabada y tuvo trascendencia en los medios de comunicación. Cuando las magistradas tuvieron conocimiento de lo ocurrido, inmediatamente anunciaron el inicio de un expediente disciplinario, dándole la oportunidad a González Peeters de que diera una explicación.

La sanción, en ningún caso, supondrá la expulsión del abogado del proceso, ni tampoco afecta a su defendido. Es un reproche a título personal al haber cometido durante su actuación como letrado una de las infracciones que establece la ley orgánica del poder judicial.

Este incidente ocurrió durante el interrogatorio de Ruiz Gallardón, que tuvo que declarar sobre una subvención que otorgó el proyecto Madrid 16 a una fundación relacionada con Iñaki Urdangarin. González Peeters le fue mostrando al exalcalde de Madrid una serie de fotografías de su presencia en un acto de presentación de un libro, organizado por el instituto Nóos. Gallardón dijo que, pese a que había asistido a este acto, no conocía de nada el instituto Nóos.

El letrado y el testigo mantuvieron un rifirrafe dialéctico. Como no le gustaron las respuestas, el abogado le susurró a su cliente "éste es idiota".

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