Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Turismo

Pocos rusos pero británicos más gastadores

La oferta complementaria insiste en los beneficios que le están aportando los alquileres vacacionales

Hay más turistas y además están gastando más, según se pone de relieve desde el sector del comercio y de la restauración. Porque aunque se reconoce que se está echando mucho de menos a la clientela rusa (cuya llegada a la isla se ha visto sustancialmente reducida) por su altísimo poder adquisitivo, se destaca el repunte que se ha detectado entre los visitantes de una nacionalidad tradicionalmente poco proclive a meter la mano en el bolsillo: la británica.

La clave radica en que para estos turistas, los precios de Balears se han convertido en extraordinariamente competitivos a causa de la fortaleza de la libra frente al euro. El británico sigue sin ser un cliente de desembolsos notablemente altos, pero sí está realizando un elevado número de compras de valor algo más elevado de lo habitual.

A ello hay que sumar que el alemán se mantiene con un consumo aceptable, al igual que la clientela escandinava, y son los franceses y los italianos los que en general se mantienen como los menos propensos a realizar desembolsos en los establecimientos de Mallorca, según se apunta.

Un punto que se pone de relieve es que el gasto turístico ha registrado una apreciable reactivación por otro fenómeno que ha ido acompañado de polémica, como es el de los alquileres vacacionales. Porque según se insiste, el extranjero que llega a Mallorca para alojarse en una vivienda no dispone en ella de servicios y se ve obligado a comprar en el comercio local o a ir a comer a los restaurantes. Prueba de ello es que incluso entre los establecimientos de las grandes firmas comerciales situados en los puntos más alejados del tránsito habitual de turistas (como zonas del litoral o el centro de Palma) se está registrando un patente crecimiento de las compras realizadas por extranjeros.

Otro factor hace que algunos se froten las manos de cara a diciembre: tras un buen verano, también el residente gasta más.

Compartir el artículo

stats