El papa Francisco anunció el pasado mes de noviembre una reforma del proceso de nulidad matrimonial. Lo más destacado es que la demanda será gratuita y se tramitará de una forma más rápida. También se elimina la obligatoriedad de una doble sentencia.
Una de las reformas importantes es el papel que se le otorga al obispo en estos procesos, que lo tramitan sacerdotes licenciados en derecho. Sin embargo, a partir de ahora el propio obispo puede instruir personalmente la causa. Incluso se le otorga la potestad de actuar como juez único, siempre y cuando lo haga en los casos en los que los motivos de nulidad matrimonial sean más evidentes. Con la intervención del obispo el proceso es mucho más corto y en poco más de un mes los cónyuges conocen si su matrimonio queda anulado o, en cambio, se desestima la demanda.
Pero para evitar que esta situación se pueda producir ante la demanda que ha presentado Sonia Valenzuela frente su exmarido, Mariano de España intenta evitar la intervención de Javier Salinas. Por ello, el pasado viernes presentó un documento en el que manifiesta la recusación expresa al obispo para evitar que pueda tener algún tipo de actuación, aunque la ley se lo permita, en este proceso.
La presencia de Mariano de España en el palacio episcopal provocó cierto nerviosismo entre el personal de la institución religiosa. Muchos trabajadores identificaron al marido de Sonia Valenzuela y lo relacionaron con la denuncia que presentó hace medio año contra Javier Salinas, que fue informado el mismo viernes de la visita de De España al palacio episcopal, según fuentes eclesiásticas.
