Le pusieron un cheque encima de la mesa. Con un cifra mareante como nómina mensual. Pero Ignacio R. Francisco Cañas dijo que no, que tenía que seguir con su clases y lograr su título de FP Superior.

"Tengo que seguir estudiando, no me queda otra". Así de mentalizado está Ignacio, Nacho, alumno del ciclo superior de Cocina y uno de los estudiantes de los que más orgullosos se sienten en el instituto público de Calvià. Llegado de Melilla, el año pasado este joven obtuvo un diploma de excelencia en las competición nacional de la Formación Profesional, la Spainskills (logró la cuarta mejor posición del país). Su compañero de instituto, Jaume Rosselló, quedó en quinta posición.

Este joven melillense aún no tiene los 20 años, pero ya sabe lo que es el trabajo a más alto nivel: el año pasado hizo las prácticas en Mugaritz, con el cocinero Andoni Aduriz y sus dos estrellas Michelin. Fue mucho curro, pero también mucho aprendizaje, asegura. Quedó impresionado con el nivel de mimo que el equipo pone a todos los detalles: ya no es solo que la carne esté en su punto justo, es que las bayetas deben medirse con regla para que sean todas exactamente del mismo tamaño. "Es una maravilla de sitio, cuando llegas te impresiona muchísimo", admite. Como buen aficionado a la pesca que es su plato estrella es cualquiera con un buen pescado.

Ignacio es un ejemplo del inicio de cambio de mentalidad. La problemática del abandono de los estudiantes de FP (y en concreto el de los alumnos de ciclos formativos turísticos que se van a hacer la temporada) no ha desaparecido, pero los institutos aseguran que hay una mayor concienciación entre el alumno sobre la necesidad de titularse.

"Entre un 15% y un 20% abandonan las clases según avanza el curso", indica Pere Antoni Ferrer. El jefe de departamento de Hostelería y Turismo sin embargo no liga tanto el fenómeno del abandono a la contratación por parte de las empresas sino a una mala elección del ciclo. "Parte de la culpa es de los realitys shows de cocina, hacen mucho daño", asegura, "se apunta gente porque ´le gusta cocinar´ pero no sabe qué implica trabajar en una cocina y al final lo dejan".

Más de 340 alumnos cursan FP relacionados con el sector turístico en el instituto de Calvià (de FP Básica, Ciclos Medios, Superior y FP Dual), como Dirección de Cocina, Gestión de Alojamientos Turísticos, Servicio de Restaurante y Bar...

Todos están ya colocados para hacer prácticas este verano en distintos hoteles de las islas, "incluso los de primero", presume Ferrer. "Nos hemos puesto duros con las empresas, queremos que les ofrezcan contratos que se adapten a sus necesidades y les dejen acabar de formarse", narra, "si las empresas no cumplen las mandamos a la lista negra". El jefe de departamento subraya que son varios los alumnos que se han negado a empezar a trabajar antes de finalizar las clases en junio.

Y es que restaurantes y hoteles se pelean por estos estudiantes, y más con la buena temporada turística que se avecina. La inserción laboral de estos graduados es muy alta: "El 96% de nuestros alumnos acaban y ya tienen trabajo".

"Las empresas nos quitan a los estudiantes", resume Maria Alorda, directora general de FP de la conselleria de Educación, aunque asegura que los institutos "están muy concienciados" y piden a las empresas "que dejen acabar a sus estudiantes".

La directora general entiende que para los alumnos un contrato de trabajo es "muy goloso". Además, si están haciendo prácticas en un sitio y les ofrecen quedarse muchos aceptan al tener miedo de perder la oportunidad, que no les esperen hasta que se titulen.

Concienciar a las empresas

Desde el IES Juníper Serra, donde hace ya medio siglo que ofrecen formación en hostelería, también indican que las cosas "están cambiando" y que ha descendido la proporción de estudiantes que dejan los estudios de FP antes de titularse. Así lo señala María Tarragó, responsable de FP del instituto de Son Cladera. ¿Se podría reducir aún más ese abandono escolar en los ciclos de hostelería y turismo si el curso acabara antes del inicio de la temporada turística? Tarragó lo ve difícil, ya que hay muchos contenidos a dar durante y el inicio del curso no se puede adelantar más.

¿Solución? Para Alorda, concienciar al empresariado. "Hacemos ronda de entrevistas con los sectores implicados y pedimos a los empresarios que exijan titulación; que vean que a ellos también les interesa: los trabajadores formados y con la titulación adecuada son garantía de que trabajarán bien". Cree que los hoteles y los restaurantes están cambiando el chip y que cada vez están más mentalizados.