Teresa Palmer sabrá hoy cómo se vive una junta territorial del PP de Palma, donde ella milita. Después de cuatro años ocupando cargos públicos sin dejarse ver por el partido, la candidata impuesta por Génova asiste hoy a la reunión de los populares palmesanos, con los presidentes y secretarios de las quince agrupaciones de distrito a los que pedirá su apoyo en la campaña electoral. La exdelegada del Gobierno está afiliada en la agrupación de Plaza des Pont, en la barriada de Santa Catalina. No obstante, según fuentes del PP palmesano esta tarde "será la primera vez que se estrena en una junta territorial".
Palmer aterrizó en el Govern de José Ramón Bauzá de la mano del entonces vicepresidente económico Josep Ignasi Aguiló, que la nombró directora general de Economía y Estadística; posteriormente Bauzá la aupó a la Delegación del Gobierno tras la dimisión de José María Rodríguez por su imputación en el caso Over Marketing, aunque Palmer se distanció con el expresidente tras negarse a ser la cabeza de cartel a Cort en 2015. Bauzá la tenía como primera opción antes que a Marga Durán.
La escasa implicación de Palmer con el PP de Palma es el mismo reproche que se le hacía a Mateo Isern, quien también se desentendió de las labores de partido pese a haber sido el alcalde la capital.
Palmer acudirá a presentarse como cabeza de lista a las elecciones generales del 26-J. Se espera también a Miquel Ramis, número uno de la lista por el Congreso. Rodríguez hará de anfitrión de Palmer como presidente del PP de Palma. Palmer no era la elegida por los rodriguistas para encabezar la lista al Congreso, pero una vez Madrid la ha digitado no ponen objeciones. "Es del PP de Palma, con lo que ya nos va bien", vende como cuota propia con cierta ironía un popular palmesano. La exdelegada va de número uno al Congreso de los Diputados ante la falta de consenso en el PP balear para que lo fuera Pere Rotger, uno de los hombres de confianza de Biel Company en su carrera por hacerse con la presidencia del partido en 2017.
Teresa Palmer es la candidata de nadie dentro del PP balear, pero tras su proclamación por Mariano Rajoy la semana pasada "lo es de todo el partido", recuerda la disciplina que caracteriza a los conservadores otro cargo del partido, éste del sector regionalista.
Tregua en campaña
La guerra por el poder se ha aparcado temporalmente mientras no termine el periodo electoral, y tanto rodriguistas como regionalistas remarán en un mismo sentido detrás de Palmer. Es lo único cierto en un partido en crisis desde que ayer hiciera justo un año perdiera el poder en Balears.
El presidente del PP, Miquel Vidal, también ha demorado por el momento los cambios que tiene previstos hacer en el núcleo duro de la formación, para relevar a dirigentes como Carlos Delgado o Rafel Bosch. El propio Vidal ha asegurado a Antonio Deudero que no le sustituirá al frente del comité de derechos y garantías, como se había especulado.
Lo que no han esperado han sido algunos cambios de cargos secundarios. El exalcalde de Llucmajor y coordinador de campaña, Joan Jaume, ha sido nombrado asesor del PP en el Consell de Mallorca en el lugar del exalcalde de Deià Jaume Crespí, muy denostado en la última época por la cúpula, tras haber sido antaño mano derecha de Bauzá. El exalcalde de Montuïri, Biel Matas, también pende de un hilo en su puesto de asesor y podría ser relevado en breve, aunque ello provocaría la oposición frontal de Biel Company, ya Matas es el marido de Núria Riera y el matrimonio milita ahora en el ala regionalista, tras haberlo hecho en la de Bauzá.
Por otro lado, el propio Company ha sido nombrado portavoz de la comisión de Medio Ambiente del Parlament, cargo que le reportará un ligero aumento de salario. Company accede tras la dimisión de la menorquina Margaret Mercadal. Ambos tienen muy mala relación de su paso conjunto por el Govern como jefe y subordinada.
