El juez José Castro insiste, pese a los desmentidos del sábado y ayer, en que Miquel Roca i Junyent, jefe del equipo jurídico de la infanta Cristina, le intentó tender una trampa cuando, a finales del 2013 y en la antesala de la imputación de doña Cristina, le propuso una reunión secreta. Castro señaló ayer que está a la espera de ser citado como testigo por el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, que investiga al sindicato Manos Limpias (la única acusación contra la Infanta) por extorsiones y otros delitos.

El magistrado mallorquín solo quiso ayer hacer dos declaraciones públicas: una para comentar que no le extrañaba que Miquel Roca haya desmentido de manera tajente el haberle pedido un encuentro clandestino y la segunda para recordar que su papel en este caso es estar a disposición del juez Pedraz por si lo cita como testigo.

Sin embargo, Castro en su entorno más próximo se reafirmó en la versión de los hechos que comunicó hace unos días por carta al juez Pedraz.

Según José Castro, la cita que el también abogado de la Infanta Jaume Riutord trató de concertar con él en una finca discreta de Mallorca o Barcelona podía ocultar un intento de comprometerle para luego obtener un trato de favor procesal hacia la hermana del Rey. Castro piensa que, aunque en aquel encuentro, no le hubiesen hecho ninguna propuesta irregular relativa a las pesquisas sobre la exduquesa de Palma, su presencia en una reunión clandestina podía comprometerle y dejarle a merced de posibles presiones.

Reunión sin sentido

Jaume Riutord ha señalado a este diario que pidió una reunión a Castro fuera del despacho y en un lugar alejado de los periodistas, pero que no era para nada ilícito sino que hubiera servido para presentarle a su compañero Miquel Roca, que por esas fechas estaba en Mallorca.

Castro replica a esa versión sosteniendo que Roca ya hacía tiempo que estaba personado en el caso Nóos y que el encuentro, para burlar a la prensa, podía haberse hecho en su despacho de instrucción 3 o en el juzgado de guardia de Vía Alemania por la tarde.

El juez mantiene que le respondió a Riutord que sí a la reunión, siempre que fuera en su despacho oficial y el letrado de la Infanta ya no volvió a mencionarle el tema. "No tiene ningún sentido" sostiene José Castro.

El fiscal de la Audiencia Nacional Daniel Campos, que lleva el caso Manos Limpias, se opuso ayer al testimonio de Castro porque, según la agencia Efe, se basa en "meras sospechas" "más o menos fundadas".

Castro se ofreció como testigo a Pedraz el 22 de abril pasado por teléfono y para narrar un hecho que podría tener trascendencia en sus pesquisas, dado que abría la posibilidad a que Roca también hubiese planteado primero a Manos Limpias para que ésta retirase la acusación contra la Infanta a cambio de dinero. Pedraz le respondió que debería consultarlo con el fiscal Campos, pero no parece por la labor de citarlo como testigo. Castro todavía confía en ser reclamado ante la Audiencia Nacional tanto a instancias del juez, como de algunas de las defensas o acusaciones personadas.

Por otro lado, el ministro de Justicia en funciones, Rafael Catalá, aseguró ayer a Efe que duda de que el testimonio de Castro aporte luz al juicio de Nóos.