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Empleo

Los sindicatos denuncian explotación laboral y fraude para bajar salarios

Recalcan que la facturación crece y que mientras la llegada de turistas aumenta un 40%, los trabajadores contratados son solo un 10% más

Después de que en lugares como Mallorca se hayan vivido años de éxito turístico que irritan a los trabajadores por no haber sido causa de éxito laboral y salarial, el presidente de la patronal española, Juan Rosell, le echaba gasolina al fuego al decir que se ha acabado la época del trabajo estable y de calidad: "El trabajo fijo y seguro es un concepto del siglo XXI", decía Rosell, al que le llovían críticas, pese a que lo que dijo es justo lo que afean las cifras de un mercado laboral en el que nueve de cada diez contratos que se firman son temporales. También en Balears, avisan en el sindicato CC.OO., en el que documentan que están creciendo un 40,7% las llegadas de turistas, mientras se elevan un 34,9% las pernoctaciones de viajeros, pero el número de empleados de las islas apenas engorda un 9,6%.

¿Resultado? "Como el crecimiento del empleo es muy inferior al de visitantes y pernoctaciones hay un aumento brutal de cargas laborales de los trabajadores del turismo", denuncia Ginés Díez González, responsable de la Federación de Servicios de Comisiones Obreras en Balears. El líder CC.OO. y el secretario general de UGT en la islas, Alejandro Texías, explican que los buenos datos del sector siguen sin acabar con la explotación de los trabajadores y con fraudes habituales en economías mucho menos exitosas. Estos son algunos de los abusos que, según los sindicatos, sufren los trabajadores:

01 El fraude de la precariedad: contratos temporales para cubrir necesidades permanentes

En el último año, denuncian en CC.OO., se redujeron un 15% los contratos indefinidos a tiempo completo, mientras crecían los de tiempo parcial (muchas veces medias jornadas oficiales que se convertían después en trabajo de día completo). Al mismo tiempo, el 54% de los contratos son temporales, algo que según Ginés Díez responde a fraude empresarial: "son contratos realizados con una duración temporal, pero que en realidad están cubriendo una necesidad permanente", recalca Díez, que advierte de que en el sector turístico, cuando eso se hace para cubrir la temporada alta, hay que recurrir al fijo discontinuo. Y no siempre se hace.

02 Salarios bajos y pocos derechos: sigue aumentando la cifra de "trabajadores pobres"

La crisis económica que persiste como crisis laboral ha recuperado un concepto del pasado: el de trabajador pobre, es decir, alguien que tiene empleo, pero en condiciones laborales tan precarias y salario tan bajo que el esfuerzo no le da para satisfacer sus necesidades más elementales. No es que no lleguen a fin de mes, es que al final del sueldo aún les queda por superar casi todo el mes. Los sindicatos aseguran que eso se debe precisamente a los fraudes en contratos temporales y a tiempo parcial, que hacen que los trabajadores estén en precario "y sin derechos", aceptando salarios de miseria para no verse aún peor.

03 El engaño del becario: gente con experiencia a la que se promete un contrato si aceptan un período de formación

Les describimos un caso real, el de una trabajadora de 26 años con cinco de experiencia como titulada en Estética que es, a la que le ha pasado ya dos veces lo mismo, en distintas empresas y puestos: la contratan como becaria durante muchos meses y cuando toca convertir la beca de formación en contrato, la echan y cogen a otra becaria. Así beca tras beca. "Se está abusando de los contratos formativos en fraude de ley, tanto el de prácticas como el de becarios. Se les obliga a cubrir puestos habituales para ahorrarse un salario, ejerciendo luego funciones impropias de un contrato formativo", explican en CC.OO., donde conocen muchos casos como el relatado: profesionales con experiencia engañados como becarios para no ser nunca contratados.

04 La generalización del falso autónomo y el avance de la subcontratación

La crisis ha acelerado fenómenos previos al estallido. Uno es la proliferación de "falsos autónomos", profesionales obligados por el empresario a darse de alta como autónomos para hacer funciones de asalariado. Así la empresa se ahorra su cotización. También abunda y se expande la subcontratación y las externalizaciones de servicios en sectores como el hotelero, dice Ginés Díez, que alerta de que se hace con un único objetivo: "Precarizar el empleo y no aplicar el convenio sectorial, para rebajar los salarios en cerca del 40%".

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