Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Partido Popular

Génova incapacita al PP balear

Rajoy clausura en Palma la semana horribilis del partido sin afrontar ninguno de sus problemas de fondo

Génova incapacita al PP balear

"Génova siempre prefiere lo malo conocido que lo malo [sic] por conocer", describe un cargo popular el modus operandi del PP de Madrid para la elaboración de la lista al 26-J por Balears. Solo esa lógica de funcionamiento explica la nominación de un perfil "neutral", "inofensivo" o "ecléctico" -adjetivos de dos populares mallorquines estos días- como el de Teresa Palmer para ser la número uno al Congreso por Balears.

El PP balear vive en su particular mundo al revés: la candidata impuesta desde fuera busca a la desesperada padrinos en el interior; hasta ahora las familias locales se ponían de acuerdo sobre qué ahijado favorito enviaban cuatro años a la península.

La delegada del Gobierno ha jugado un papel político plano desde que ocupa el cargo; en contraposición, no ha generado envidias y ha hecho contactos con los altos cargos de Moncloa. Méritos suficientes para ser digitada como cartel electoral en un partido descabezado y que va a la deriva desde que Bauzá fue obligado a dejar el mando interno. Madrid ha declarado la incapacitación del PP balear para tomar las decisiones importantes y asume ahora su tutela legal. Veinte años después, volvemos a la época en que Aznar guillotinaba al todopoderoso Cañellas y la respuesta aquí no pasaba del tímido motín verbal.

El viaje a Palma el viernes de Mariano Rajoy certifica el drama por el que pasa la formación conservadora. Mientras los barones contemplan impotentes cómo se deshacen sus siglas, el presidente viene para dejar la sangría tal cual está, fiel a su peculiar estilo.

Prohens, primera opción

La inesperada salida por la puerta de atrás de Mateo Isern agudiza el caos que preside la formación hegemónica de las islas. "Marga Prohens era la primera opción para sustituir a Mateo, pero les dice que no y se desnortan", rememora la cronología de los hechos un importante cargo popular. La diputada autonómica se escuda en su arraigo familiar y geográfico para permanecer como portavoz parlamentaria. "A partir de ahí todo sale mal, Madrid lo ve y coge el mando", resume la fuente lo ocurrido.

El plan B de Génova pasaba por Maria Salom, su eterna interlocutora con Mallorca. La hoy vicepresidenta del Parlament "quería regresar a Madrid", asegura gente próxima a ella, y por ello fue a buscar el aval de los rodriguistas. En una reunión con Miquel Vidal, ella y Álvaro Gijón, éste último se lo niega explícitamente: "Solo apoyaremos a un candidato que sea de Palma, y más después de cómo habéis gestionado lo de Mateo", le recriminó a Vidal haber actuado a espaldas del PP de Palma.

Salom también pinchó en hueso con Biel Company:

-Pero si te apoyamos para irte a Madrid, ¿luego tú estarás con nosotros [en el congreso al que Company optará a ser el nuevo presidente del PP balear]?"

-Prefiero no decantarme por un sector ni el otro, y ser la candidata de todos.

Salom se lamentó después con Marga Prohens: "He ido a ver a Biel, y no me ha querido comprometer su apoyo". "Maria, esto ya no funciona como antes. Biel solo te apoya si tú le apoyas". La inquera se vio sin más respaldo que el aparato de Madrid, por lo que tuvo que desistir, y se le abrieron las puertas a Teresa Palmer. Entre medias también fracasaron la 'solución Miquel Vidal' y la 'operación Pere Rotger'.

Los motivos por lo que Isern debe abandonar la política siguen siendo un misterio para el PP, hasta para sus propios compañeros de bando: "Ninguno de los que hemos hablado con Mateo hemos podido esclarecer por qué no repite. Lo único que nos ha dicho es que era por un tema familiar que no podía contar, y que en ningún caso era por los papeles de Panamá", describe un regionalista próximo al exalcalde. Al grupo "nos llegan historias de por Irlanda e incluso algún rollo de negocios por Brasil, pero nadie sabe nada a ciencia cierta", añade. En casos así, "escuchas y no preguntas", zanja.

Hay unanimidad en que Miquel Vidal "ha gestionado pésimamente" este asunto. "Era difícil, pero Miquel lo ha empeorado soberanamente", le llueven las críticas y los descalificativos -también personales- al presidente del PP balear, del lado de los afines y de los detractores. El de Santanyí se muestra dolido y se siente injustamente tratado por más de uno que creía cómplice; hubiera preferido quedarse al margen de este vodevil, aunque es consciente de que dejándose querer por los regionalistas para ser el cabeza de lista se metió en el lodo.

Hay que conocer los antecedentes. Coincidiendo con la disolución de las Cortes, a principios de mayo Vidal desconcertaba a determinados pesos pesados del PP balear al sondearles con la posibilidad de relevar a Mateo Isern como candidato. En ese momento las intenciones de Vidal no se entienden muy bien: él y el exalcalde militan en el bando regionalista detrás de Biel Company, y en ese momento no ha trascendido ningún problema. El presidente del partido lanza argumentos muy generales como que "hay gente que se esperaba más de Mateo", y que su gestión como diputado no ha despuntado según las expectativas.

En una paradoja que roza el absurdo, el pope que frena el descabalgamiento de Isern es su principal enemigo. José María Rodríguez recuerda a Vidal que Mateo no es santo de su devoción, pero esgrime que quitarlo a estas alturas para poner a otro sería provocar otra crisis en el partido "y abrirlo en canal". La posibilidad de aupar a su hijo político Álvaro Gijón al número uno se descarta de cuajo; todavía colean los ecos de la pugna para elegir a los candidatos para el 20-D.

"Génova odia a Rodríguez"

Gijón fue el gran perjudicado de aquella contienda. Génova le vetó para ir de cuarto en la lista, pese a corresponderle el sitio por votación asamblearia. Pasada la tormenta Vidal y Gijón cogieron un vuelo a Madrid en demanda de explicaciones, y en el cuartel general del PP Fernando Martínez Maíllo -el vicesecretario de organización- les dijo que solo había una: "No te vetamos a ti, sino todo lo que viene de Rodríguez". En la dirección estatal del partido "le odian, no quieren saber absolutamente nada de él", asegura sobre Rodríguez un destacado miembro popular con contactos en la capital. El viernes en Palma, el histórico Javier Arenas recabó nueva información sobre el líder rodriguista, al que tiene emproado desde hace años, cuando le exigió su retirada por exceso de veteranía, y Rodríguez le replicó: "¿Y tú Javier, cuántos años llevas? Me iré el mismo día que tú lo dejes".

El pasado miércoles 11, a los pocos días de los tanteos de Vidal sobre el cambio de candidato, Rodríguez se despierta con el anuncio de que Isern no repetirá, y que el propio Vidal se postula para irse en su lugar a Madrid. Ambos salen ante la prensa a vestir la retirada del exalcalde como un renuncio, y dejar más dudas que respuestas.

Vidal cita en la sede a Rodríguez para pactar el nuevo número uno al Congreso. El segundo monta en cólera con el presidente, en un despacho con varios rodriguistas: "¿Me quieres explicar tú de qué vas? ¿A qué viene esto? ¿Por qué no se me había informado de nada?" Vidal se escuda en que desde Génova le "habían exigido discreción" respecto a la no reelección del exalcalde palmesano.

Rodríguez le deja claro a Vidal que no cuenta con su apoyo, y que el sustituto tendrá que ser de Palma sí o sí. El líder rodriguista dice que "al igual que tú has estado una semana sabiendo lo de Isern y no te urgía hablar del tema, ahora el que no tiene tiempo soy yo". Se levanta y se marcha a su casa, no sin antes dar un portazo ante un anonadado presidente.

Vidal, en la cuerda floja

El jueves, en la junta directiva regional, Miquel Vidal pasa a ser el candidato non nato y queda muy debilitado para seguir en la presidencia. Company no se da por vencido, y el viernes por la mañana pone en marcha la maquinaria para colocar a Pere Rotger. Cita a varios de los suyos: Tito Fiol; el alcalde de Campos, Tià Sagreras (Peixet); el de Santanyí, Llorenç Galmés -su protector Vidal llegó a proponerle como tercera vía, también sin éxito-, y el de Santa Eugènia, Xisco Martorell.

Según los rodriguistas, que seguían de cerca los movimientos de Company, la conjura tiene lugar durante un almuerzo en casa de Rosa Estaràs. Los regionalistas corrigen que habían quedado en el Bar Cuba, pero no había sitio y subieron a casa de la eurodiputada, que vive en la zona. No se quedaron a comer, aunque sí se les vio comprar embutidos en el vecino mercado de Santa Catalina, quizás para un pequeño piscolabis. En cualquier caso, la estrategia sí se cerró en el piso de Estaràs, ahora más que nunca en el punto de mira de Rodríguez. El lunes en Inca, éste preguntó con sorna a Peixet: "¿Dónde está hoy la mano negra que mece la cuna? Cuando se huele el lío no viene".

El diálogo se producía en el Museo del Calzado, después de la junta directiva insular en la que fracasó la 'investidura' de Rotger. Apercibidos del plan para colocarse en Madrid, los rodriguistas llamaron durante todo el fin de semana a distintos afiliados para desbaratarlo. Entre medias intentaron alcanzar un consenso con Company, pero éste se negó a responder las llamadas ni los whatsapp.

Ofensiva con 23 candidatos

Así que Rodríguez siguió hasta el final. "Instigar a dos docenas de afiliados a presentarse para ser el candidato y frenar la elección de Pere Rotger es una canallada", denunciaba después una voz con mando del partido. "Mientras los regionalistas se portaron como unos señores, Rodríguez fue a lo bruto, involucrando incluso a las Nuevas Generaciones solo para ir a la contra", prosigue. "El partido no se lo perdona, la gente estaba indignada. Ha querido morir matando", dijo. "Rogelio Araujo no será [era el candidato rodriguista], pero Rotger tampoco, sin importarle dejarnos en ridículo", asegura. Según esta tesis, Rodríguez "se 'suicidó' definitivamente" esa jornada, y pone como muestra que finalmente Rotger vaya a ir de número 4 de la lista, "señal de que Génova ha tenido en cuenta a los regionalistas".

Por cierto, que entre los 23 aspirantes para encabezar la lista del PP estuviera Sonia Valenzuela, la exsecretaria que protagonizó la polémica relación con el obispo Javier Salinas, llenó de estupefacción a muchos populares.

José Ramón Bauzá prometió su respaldo a Pere Rotger, hasta el extremo de que llegó a ofrecerle salir públicamente en defensa de su candidatura. El hoy senador autonómico no movió finalmente un dedo.

La soledad de Bauzá

Aunque algunos le atribuyen influencia en Génova y haber allanado el camino a Palmer, Bauzá "está más solo que la una" aseveran distintas fuentes con mucha firmeza. Una anécdota ilustra el aislamiento del otrora poderoso presidente, al que nadie se atrevía a toserle: el lunes en Inca entró en la junta y se puso a saludar a todos. Joan Simonet, exalcalde de Alaró y hombre de confianza de Biel Company, estaba junto a la puerta y le negó la mano: "Si Rajoy se la retira a Pedro Sánchez, yo también puedo hacerlo con Bauzá", se justificaba después.

En la cúpula del PP balear asumieron de inmediato que Palmer era la opción de Génova cuando la delegada entró el lunes a la sede central a presentar su solicitud para ser candidata. Por eso molestó tanto la avalancha de 23 currículums que dejaron el dedazo al descubierto.

Como siempre ocurre en el PP balear en tiempos bélicos, la llegada de una campaña electoral abre una tregua entre las facciones. Solo que esta vez "la estocada ha sido fuerte", señala un barón preocupado por "lo que costará ahora lavar la imagen de que somos autónomos de Madrid".

Será a partir del 27 de junio cuando las espadas vuelvan a estar en alto, hasta la guerra definitiva, el congreso regional. Claro que, a juzgar por la actitud de Rajoy el viernes en Palma, el PP balear goza de una salud mejor que nunca.

Compartir el artículo

stats