Antoni Verger no se ha mordido la lengua en su muro de Facebook. El candidato de Més en la coalición Units Podem Més cargó ayer contra sus socios de Podemos y calificó el acuerdo para acudir a las elecciones generales de "injusto y desagradable". Verger publicó un largo escrito con el objetivo de apaciguar las numerosas voces críticas que surgen en la formación por el acuerdo con un partido de ámbito estatal como es Podemos. Reconoce que aceptaron el número tres de la candidatura y compartir el diputado dos años "por responsabilidad y para que no se pierdan los votos". De esta respuesta se denota lo poco convencido que está el propio candidato del acuerdo alcanzado con Podemos.

El ambiente de tensión se trasladó ayer también a los micrófonos de IB3 Ràdio, donde el diputado de Més per Menorca, Nel Martí, llamó "mentiroso" al líder de Podemos Alberto Jarabo, en medio de una fuerte discusión en la que Jarabo defendía la postura de sus compañeros de Menorca.

En el seno de Més no terminan de estar muy satisfechos con el acuerdo alcanzado. En las últimas horas se han multiplicado las críticas internas, especialmente del sector del PSM, y al ver que surge la coalición de Sí, Sobirania per les Illes que puede captar el voto más nacionalista que siempre ha apoyado a Més, pero que ahora reniega de que sus siglas se mezclen con las de Podemos.

En su escrito en las redes sociales Verger se pregunta: "¿No es extraño que Més y Podemos compartan dos años cada uno el diputado?", refiriéndose al que da opción al tercer puesto de la lista que él ocupa. En este punto, el político de Més arremete contra Podemos con contundencia: "Pues sí -se responde-. No puedo ocultar que este reparto no me gusta y lo considero injusto. Los dirigentes de Podemos sabrán por qué no cedieron de inicio el tercer puesto de la candidatura, una cuestión lógica a ojos de cualquiera en función de la correlación de fuerzas y para visibilizar la pluralidad de la coalición".

Verger da rienda suelta a sus sentimientos relatando la conflictiva negociación: "La verdad es que han convertido (Podemos) el arranque de un pacto ilusionante en una situación absurdamente tensa y desagradable. Hemos aceptado estas condiciones por responsabilidad y, sobre todo, para que no se pierdan votos a favor del cambio". La contundencia de las palabras de Verger pueden tener consecuencias en el seno de la coalición, pese a que ya está registrada y es difícil volver atrás. En los otros puntos intenta calmar los ánimos de su gente. Explica que Més no ha renunciado al soberanismo y alega que conservan su total independencia. Añade que trabajará "por el derecho a decidir". Y añade: "En estas elecciones hemos decidido hacer un acuerdo con las únicas fuerzas estatales que lo defienden".

Antepone el tener un diputado para lanzar sus políticas en financiación, cultura o servicios sociales a la renuncia de los principios de Més. Apunta que la situación ha cambiado respecto a diciembre y considera que ahora "la coalición responde al objetivo de acabar con el bipartidismo al servicio de los poderes fácticos, la democracia de poca calidad, la corrupción y la posibilidad de desbancar al PP en Balears".