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Entrevista

Alberto Jarabo: "La negociación con Més ha sido un cortejo discutiendo si en tu cama o en la mía"

"Podemos ha hecho muchos más esfuerzos y propuestas que Més para llegar a un acuerdo" - "Tanto en Més como en Podemos hay sectores que no querían la confluencia" - "El PP tiene razón cuando dice que estas van a ser unas elecciones entre ellos y Podemos"

"Intuyo que el PSOE balear nos mira (a la coalición de Podemos, Més y EU) con recelo y un punto de envidia. Tiene que decidir en qué bando está". Manu Mielniezuk

La coalición con Més se ha salvado casi fuera de tiempo.

—Históricamente en Balears la izquierda se ha puesto de acuerdo en varias ocasiones ante unas elecciones generales con poco éxito. Hasta ahora se habían producido uniones de ERC, IU, PSM... Esta vez teníamos la posibilidad no solo de concurrir juntos sino de superar la hegemonía electoral del PP. Era necesario estar a la altura de ese momento histórico y romper la idea de que estas islas son netamente conservadoras.

Intente hacer autocrítica. ¿En qué se ha equivocado Podemos en estas negociaciones con Més?

—Había dos opciones. Una, la de no intentar la confluencia y presentarnos en solitario con la posibilidad de sumar a IU si se concretaba el acuerdo estatal, como ha ocurrido, lo que nos permitiría lograr con facilidad el tercer diputado. La otra posibilidad era apostar de manera más ambiciosa por sumar a Més y aspirar a desbordar la hegemonía del PP. Fuimos valientes al hacer esta propuesta, que algunos pudieron ver como un error.

¿Quiénes y por qué lo veían como un error?

—Creo que tanto en Més como en Podemos hay sectores que no querían la confluencia. En el caso de Podemos, los que no la deseaban era porque se consideraba que Més no era necesario para conseguir el objetivo de aumentar un diputado. Es un pensamiento que respeto, pero nuestro Consejo Ciudadano aprobó intentar la confluencia y atender a un mandato de victoria que tenemos como partido. No queremos simplemente tener un buen resultado electoral.

¿Y en el caso de Més?

—Creo que ha habido un sector valiente que apostaba por intentar pactar con un partido estatal porque nos unen objetivos comunes como derogar la Lomce, el artículo 135 de la Constitución, luchar contra el TTIP, encauzar la economía y un modelo de sociedad más justo. Hay otro sector en Més que probablemente aspire a lo mismo, pero desde una perspectiva más soberanista. Ante la posibilidad de un debate de independencia sí o independencia no, nosotros decimos que vote la gente. Creo que eso también ha incorporado a mucha gente de Més que ha entendido nuestro mensaje. Otros posiblemente no confiaban del todo en la realidad de nuestro planteamiento.

El acuerdo con Més deja a los econacionalistas con libertad de voto en lo que se refiere al derecho a decidir. ¿No teme que esto ahuyente a potenciales votantes socialistas a los que Podemos aspira a llegar?

—Nuestro discurso es el mismo en todas las comunidades autónomas e incluso en las que más rechazo podía causar este tema el 20 de diciembre logramos resultados espectaculares. Es un mensaje que se está entendiendo en toda España. Es necesario encontrar una vía de diálogo entre los que anhelan un encaje diferente en el Estado.

Volvamos atrás. No me ha hecho la autocrítica que le pedía.

—Es que yo creo que no ha habido errores por ninguna de las partes. Ha habido perspectivas diferentes sobre cómo afrontar o construir ese espacio común de confluencia. Nosotros planteábamos una confluencia global entre todas las islas, conjugando la candidatura al Congreso con las distintas candidaturas al Senado. La perspectiva de Més era la de “yo quiero un diputado”, centrándose en la lista al Congreso. Podemos representa a cuatro islas y estamos en cuatro listas, la del Congreso y las del Senado. Era necesario que se entendiera esa perspectiva global para confluir.

¿Y se ha entendido?

—Més ha actuado desde una perspectiva insular desde Mallorca que es legítima, pero nosotros considerábamos que debía profundizarse más en lo que planteaba nuestra propuesta, en el sentido de que en los tres primeros puestos de la lista al Congreso estuvieran representadas todas las islas. Creo que Eivissa y Formentera podían haber tenido un mejor encaje que el que tienen ahora con el acuerdo que hemos alcanzado con Més.

Desde el momento en el que pusieron sobre la mesa la configuración de la lista electoral, Més les acusó de humillarles.

—Durante estos días he hablado con mucha gente de Més y por supuesto con mucha gente de Podemos. Había personas de ambas formaciones que entendían perfectamente nuestro planteamiento, al igual que había gente de ambas formaciones que entendían perfectamente el planteamiento de Més. Creo que hay objetivos políticos más allá de las emociones y de la percepción que siente cada partido de las propuestas del otro. En ningún momento hemos planteado las propuestas intentando arrodillar al otro partido y creo que Més tampoco lo ha hecho con nosotros. No me gustó que los portavoces de Més se remitieran a términos tan desilusionantes cuando estábamos negociando de cara a una campaña en las que aspiramos a un objetivo histórico. Era mejor apelar a la comprensión de cada una de las respectivas propuestas, en lugar de apelar a la emoción y sentimientos de la militancia que podía ser más reticente a la confluencia.

¿No cree también desilusionante para los potenciales votantes de izquierdas la sensación de que lo que les separaba era simplemente una cuestión de sillas?

—Mi sensación es que ha habido un intento de cortejo por ambas partes en el que discutíamos si en tu cama o en la mía. Y esa discusión se eternizaba de una manera incomprensible hasta el punto de que cada uno preferíamos dormir en nuestra cama. Alberto Garzón aceptó no ir de número tres por Madrid porque entendía los resultados del 20-D y cuál debía ser su posición para alcanzar un acuerdo histórico. En ningún momento Garzón habló de humillación.

¿Y al final en qué cama han acabado?

—Al final hemos decidido pagar en Madrid entre los dos un hotelito barato, para evitar gasto público, pero con encanto.

Con IU y sin Més, Podemos aspiraba a tres escaños en Balears. ¿Ahora?

—Ahora aspiramos a quitar el azul que teñía el mapa de Balears después de todas las elecciones y que las islas se conviertan en un arco iris. Aspiramos a cuatro diputados y cuatro senadores, desbordando la hegemonía tradicional del PP en Balears.

El cuarto diputado, que es el puesto que le ofrecían en un principio a Més, es muy difícil que lo consigan.

—Es complicado. Para eso era necesario que estuviera Més y provocar un clima que hiciera que el votante socialista optara por esta candidatura, porque le tengo que dar la razón al PP cuando dice que estas van a ser unas elecciones entre el PP y Podemos. Ya hemos visto los límites del PSOE en sus negociaciones para formar Gobierno, con ese secuestro al que le sometió Ciudadanos. Tenemos claro que el PSOE será necesario para formar juntos un Gobierno en el Estado y hay que facilitarle que tome una decisión complicada, que les genera división interna, pero que les permitiría liberarse de sus recientes ataduras a los sectores económicos más influyentes de nuestro país. Podemos tiene que quedar por delante del PSOE para forzarle a que entre en ese Gobierno progresista. Eso pasa en el Congreso y también pasa porque el PP no tenga una mayoría de bloqueo en el Senado. Por eso era importante nuestra insistencia a Més sobre la importancia del Senado en esta legislatura.

¿Realmente a Podemos le costaba tanto ceder el tercer puesto a Més para que fuera posible esta coalición?

—Es que nuestro Consejo Ciudadano votó llegar hasta el cuatro, ofrecer el cuarto puesto de la candidatura. Aún así, hubo una cesión posterior que era la de compartir el tercer escaño, de tal modo que a los dos años de legislatura dimitiera el candidato elegido y entrara el de Més. La Asamblea de Més votó que no podía ceder más allá del tercer puesto de la lista. En ambos partidos nos dieron unos mandatos a los equipos negociadores que impedían el acuerdo. El intento que hicimos en Podemos de ceder los dos años del tercer escaño ya rozaba la transgresión del mandato de nuestro Consejo Ciudadano y aun así, lo hicimos. Después celebramos un nuevo Consejo Ciudadano que permitió ceder el tercer puesto de la lista a Més, con gran generosidad por parte de Podemos, para salvar la coalición. Creo que en esta negociación Podemos ha hecho muchos más esfuerzos y propuestas. Més partía de la propuesta de “quiero un diputado” y nosotros íbamos proponiendo diferentes opciones que les daban representación y visibilidad. Todas estas cesiones implican una voluntad de acuerdo por nuestra parte indiscutible.

Llegó a decir que Més pretendía ganar en los despachos lo que no consiguió en las urnas. ¿Lo ha logrado?

—No. Mantenemos intacto el resultado de las elecciones del 20 de diciembre, en las que obtuvimos dos diputados y una senadora. A partir de esa realidad, los tres partidos (Podemos, Més y EU) aspiramos a superar esos resultados y eso tendremos que ganarlo en las urnas todos.

Podemos y Més son socios de legislatura en Balears. ¿La dureza de estas negociaciones les obliga ahora a cerrar heridas?

—Digamos que el objetivo común nos forzará a cicatrizar esas heridas que toda negociación provoca. No tengo ninguna duda de que esta unión electoral fabricará más médicos que enfermeras.

Con su coalición, Podemos y Més se enfrentarán en la campaña y en las urnas al PSOE, el tercer socio de legislatura en Balears. ¿Como evitarán el riesgo de tensiones en el Pacto en el Govern?

—Estas son unas elecciones generales en las que lo importante es qué Gobierno se formará en el Estado. En función de la relación que pueda haber entre el Govern y el futuro Gobierno central se crearán lazos más familiares o sogas. Intuyo que el PSOE balear nos mira con recelo y un punto de envidia. En todo caso, creo que en lo que se refiere a la Comunidad Autónoma todos los partidos del Pacto estamos demostrando que trabajamos por objetivos similares de cambio. El PSOE balear tiene que decidir en qué bando está, si en el del que pacta con Ciudadanos o en el de los que se unen para ganar al PP.

El nombre de la coalición será Units Podem Més. ¿No puede despistar al votante de Podemos a la hora de encontrar la papeleta?

—No. La coalición estatal con IU se llamará Unidos Podemos y sonará durante toda la campaña. En Balears a eso le añadimos Més, lo que refuerza el mensaje de unidad de la candidatura. Creo que es una frase melódica, que suena bien.

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