La superación de las divisiones en el seno de la UGT balear va a permitir que el sindicato se centre durante los próximos años en "estar cerca de los trabajadores y de sus problemas, con la mejora de los salarios y la lucha contra la contratación precaria como objetivos", según subrayó ayer Alejandro Texías tras obtener la reelección como secretario general al frente de esta organización.

Según reconoció el propio Texías, uno de los aspectos más destacables del congreso celebrado ayer por este sindicato en las islas es que el secretario general accede al cargo casi por unanimidad, con un solo voto en blanco y 85 favorables, cuando hace un año tan solo había obtenido el 60% de los apoyos.

La comisión ejecutiva que acompañará a Texías refleja el consenso alcanzado, al incorporar al frente de la Secretaría de Organización a Tomás Navarro, un hombre procedente de la Federación de Servicios Públicos, sector que en el pasado se había caracterizado por negar su apoyo al actual secretario general. Otros nombres de este equipo reflejan igualmente la participación de la mayoría de federaciones del sindicato. Así, la secretaria de Administración queda en manos de Manuel Campillejo; la de Acción Sindical es ocupada por Ana Landero; Sonia Alvarez queda al frente de Formación y Empleo; Xisca Marí pasa a ocuparse de Política Social e Igualdad; y Sebastià Cañellas se hace cargo de Salud Laboral y Medio Ambiente.

Texías admitió su esperanza de que este nuevo mandato sea "más tranquilo", ya que además de disponer de un equipo de consenso, señaló también la mejoría que comienza a registrarse en la situación financiera de UGT-Balears.

Al acto de apertura del congreso asistió la presidenta del Govern, Armengol, que reivindicó "una subida de los salarios para que el crecimiento previsto de un 3,5% en la economía de las islas se transforme en bienestar para todo el mundo". Además, tanto Armengol como Texías señalaron la vía de diálogo que se ha abierto entre ambas partes, a diferencia del anterior Govern del PP.