Un giro copernicano puede reconducir en las próximas horas las maltrechas relaciones entre Podemos y Més y salvar in extremis la coalición non nata para aglutinar a la izquierda más allá del PSOE.

En una jornada muy intensa, no exenta de muchos momentos críticos, la dirección de Podemos acordaba pasada la medianoche mover ficha y superar el impasse que amenazaba con destruir la complicidad entre ambas fuerzas. El consejo ciudadano autonómico -el órgano equivalente a una ejecutiva- ha aprobado reactivar los contactos con los nacionalistas y darles el número 3 de la lista. El acuerdo alcanzado implica que el tercero de la candidatura pueda ser Antoni Verger, de Més. Si sale elegido, deberá renunciar al escaño a mitad de legislatura para alternarlo con la podemista Aina Díaz.

Se produce por tanto una cesión por parte de Podemos que debería desbloquear el largo estancamiento y permitir la confluencia hoy mismo. A las doce de la noche expira el plazo para que los partidos que desean concurrir en coalición a las elecciones del 26-J inscriban el nombre. Podem Més, o Més Podem se perfilan como los más probables.

Llegar a este punto no fue ayer nada fácil en Podemos. Durante toda la tarde hubo reuniones y múltiples contactos telefónicos con posturas muy enfrentadas. Alberto Jarabo, líder del partido y partidario desde el minuto uno de la ´marea´ balear, tuvo que jugar un delicado papel moderador y hacer equilibrios entre las distintas facciones internas. El cruce de reproches estos días entre podemistas y nacionalistas ha terminado por encender los ánimos en las respectivas militancias y agudizar el conflicto.

La asamblea de Podemos aprobó dar libertad a la cúpula para que acordara el final que creyera más conveniente. En Més esperaban noticias toda la noche sin éxito, ya que los inputs que les llegaban eran negativos: Podemos se mantenía firme en dar solo el cuarto puesto de la lista, algo "humillante" para los nacionalistas.

Poco antes de la una de la madrugada se abría una vía para salvar la alianza: esta mañana se ofrecerá a Més ocupar el número 3 dos años. Aunque en el clima de posturas endurecidas ayer el aparato de la formación solo dijo aceptar la coalición a cambio de tener ese sitio los cuatro años, se espera que tras el gesto de Podemos Més haga lo propio y termine aceptando.

El final esperanzado de la noche contrastó con la encendida mañana. Podemos y Més empezaron un día más con guerra, aunque sin querer admitir abiertamente que daban por rota la negociación. Jarabo tachaba de "inflexible la postura de Més", y le acusaba de "continuar pensando de una manera partidista".

David Abril contraatacó acusando a Podemos de "menosprecio" hacia Més y de estar "enrocados" en darles el cuarto puesto de la lista, en lugar del tercero que reclaman.

El coordinador de Més fue muy rotundo al preguntarle a quién responsabiliza del fracaso para la confluencia, si Pablo Iglesias y la dirección en Madrid, o bien la de Balears: "Es un tema de la cúpula de Podemos aquí, Madrid quiere acuerdo, como mucha gente". El propio Iglesias se ha referido en Público a las "conversaciones con Més en Balears", señalando que no sabe "si llegarán a buen puerto, pero nosotros nos estamos esforzando mucho porque así sea. Deseamos ese acuerdo", ha afirmado.

Después de las declaraciones enfrentadas Més lanzó una ofensiva en las redes sociales para tratar de que Iglesias, Íñigo Errejón y demás dirigentes podemistas forzaran a Jarabo a ceder el número 3 a Més, y si no que el orden de la lista se decidiera por primarias abiertas conjuntas.

Aunque desde Podemos admiten que esta campaña tuvo efecto entre algunos de sus simpatizantes y cargos, aseguran que su cambio de actitud obedece exclusivamente a la voluntad de entendimiento para aprovechar "una ocasión única de ganar al PP y ser primera fuerza" en Balears.