Las empresas de inserción son sociedades cuyo objetivo es lograr que personas en situación vulnerables -en exclusión social o en riesgo de estarlo- no queden descolgados de la sociedad, que estén integrados tanto a nivel social como laboral.

Y para ello nada mejor que darles un contrato, una oportunidad de reengancharse con el tren del trabajo. En Balears solo hay dos empresas de este tipo -la menorquina Tiv y Deixalles Serveis Ambientals-, que ayer presentaron su memoria de actividades y aprovecharon para reivindicar su valor, que no solo es social, sino también económico: recordaron que cada contrato de inserción a jornada completa que se firma en España genera un retorno al Estado de 4.091 euros. De este forma, Deixalles, que el año pasado firmó 57 contratos de inserción, habría contribuido a retornar a la Administración más de 233.000 euros.

Este cálculo parte de la Federación de Asociaciones Españolas de Empresas de Inserción (FADAI) y lo razonaba ayer Liliana Deamicis, representante de la Red de Economía Alternativa y Solidaria (RAES) de Balears: "Son personas que pasan de depender de la Administración a generar riqueza, que aportan a la Seguridad Social, pagan sus impuestos...". José Falcó, presidente de la Fundació Deixalles, concluyó: "Este tipo de contrato es una inversión.

Los trabajadores de Deixalles se dedican a reparar y volver a poner a la venta todo tipo de enseres que los ciudadanos donan -de muebles, a ropa y juguetes-, además de participar en talleres de customización de ropa; gestionar parques verdes de distintos municipios y llevar a cabo distintas actividades ambientales.

¿Por qué solo existen dos empresas de este tipo en Balears y las dos se dedican a la gestión de residuos? Falcó indicó que las empresas de inserción pueden funcionar en cualquier sector económico -en España hay entidades de inserción que ofrecen todo tipo de servicios- y recordó que en Balears llegaron a existir cinco, pero admitió que nos un camino fácil, entre otras cosas por la falta de ayudas públicas.

En este sentido, la gerente, Maria Jaume, expresó su satisfacción porque el conseller de Trabajo, Iago Negueruela, les ha prometido que este año se publicará una línea de ayudas públicas para este tipo de empresas. Aplaudió además algunas iniciativas recientes del Govern, como la inclusión de cláusulas sociales en la contratación de empresas por parte de la CAIB, como "pasitos" a valorar, aunque recordó que aún quedan cosas por mejorar, como el desconocimiento de las administraciones públicas del modelo de empresa de inserción y de los beneficios sociales que aporta.

Jaume recordó que durante la crisis Tiv y Deixalles "generaron actividad económica y crearon y mantuvieron puestos de trabajo". Detalló que el descalabro económico supuso un cambio de perfil total de las personas que llegaban derivadas de servicios sociales para lograr un contrato, abundando personas con un nivel cultural más elevado de lo habitual, además de muchos parados de larga duración llegados del sector de la construcción. Así Deixalles, que trabaja dando una segunda vida a las cosas, también da a las personas una segunda oportunidad.