Una nueva técnica quirúrgica endovascular (mínimamente invasiva) ha permitido mejorar ostensiblente los porcentajes de supervivencia de los pacientes que llegan a Son Espases de urgencia con una rotura del aneurisma de aorta abdominal infrarrenal, al reducir la tasa de mortalidad de esta patología del 50% a aproximadamente un 20%, un tercio menos.

El jefe del servicio de Angiología y Cirugía Vascular del hospital de referencia, Pascual Lozano, explica coloquialmente que la aorta abdominal infrarrenal es la arteria del corazón que llega hasta el ombligo y que esta patología comienza cuando se empieza a dilatar hasta que explota provocando una hemorragia masiva ya que se trata de una "arteria muy larga y gorda, de hasta dos centímetros de diámetro".

Por eso, con la cirugía abierta tradicional, el especialista debía intervenir en unas condiciones muy delicadas y con una gran profusión de sangre que le dificultaba considerablemente su trabajo.

"La mortalidad general de estas roturas ronda el 85% ya que hay mucha gente que ni siquiera llega viva al hospital tras un episodio de este tipo. Y cuando llegan, con la cirugía abierta convencional fallecía uno de cada dos pacientes", acota el especialista.

Tensiones hemodinámicas

Esta rotura de aorta es más frecuente a nivel infrarrenal: "Se da ahí por un problema hemodinámico ya que la aorta se bifurca y sufre más tensiones", añade el doctor Pascual Lozano.

El jefe vascular de Son Espases señala al tabaquismo y a la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) entre las principales causas de esta rotura letal. "El tabaco provoca que la resistencia de la pared de la aorta a ese nivel (infrarrenal) se pierda y se dilate como un globo hasta un nivel crítico. Cuando explota se produce una hemorragia masiva que solo permite al paciente llegar vivo al quirófano si se detiene", admite.

Estas altas cifras de mortalidad también tienen su causa en el paciente tipo que suele sufrir estas roturas. El perfil habitual de estos pacientes responde al de un varón con una edad media de 72,7 años, normalmente con varias patologías asociadas, y una situación clínica de extrema gravedad con shock hemorrágico y fracaso renal agudo, entre otras complicaciones.

Con las técnicas endovasculares en estas intervenciones de urgencia se ha conseguido reducir la mortalidad del citado 50% hasta un 15% o un 20%, se congratula el doctor Pascual Lozano, que contrapone tener que operar a un paciente al que se le ha abierto en canal con una incisión de hasta cuarenta centímetros y encontrándose el cirujano con una hemorragia masiva, frente a la técnica endovascular minímamente invasiva en la que el especialista opera limpiamente a traves de dos pequeños orificios realizados con una punción en cada ingle. "Y si la intervención sale bien, se trata de una solución definitiva", se ufana el especialista.

Preguntado si está técnica quirúrgica se puede aplicar a todos los pacientes que lleguen con esta rotura aórtica, el doctor Pascual Lozano responde que no, que hay enfermos que por su anatomía no son susceptibles de que se les aplique esta técnica pero que sí se puede hacer a un elevado porcentaje, a ocho de cada diez.

"Todos los pacientes que intervenimos tienen que llegar al quirófano con un Angio-TAC hecho para saber el lugar en el que se producido la rotura y las dimensiones de esta ya que las prótesis que se colocan en la zona a reparar -como poner un pantalón en la zona dañada, explica gráficamente el doctor Pascual Lozano- no son estándares", concluye el especialista asegurando que esta técnica, pese a su carestía, se ha demostrado coste-efectiva.