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En contra

Tomeu Campaner: "No sé por qué me echaron de Jefe Superior, pero me echaron"

Tomeu Campaner (Llubí, 1951) entró con 18 años en la policía. Al jubilarse en abril con la categoría máxima de comisario principal, se convirtió en el...

Tomeu Campaner, el policía español con más tiempo de servicio, químico.

-Para que se haga cargo del tipo de entrevista: "¿La policía no es tonta?"

-La policía no es tonta, pero a veces lo parece porque somos incapaces de resolver cosas sencillas. No somos divinos ni lo sabemos todo. Hay un ojo clínico, como en los médicos, pero tampoco ellos aciertan siempre.

-Empezando por lo difícil, ¿dónde está Ana Eva Guasch?

-No lo sé, ni sé si está viva. Salió con amigas y no llegó a su casa. Pensamos en una desaparición forzada, y es lógico que con malos resultados, pero no asumo la muerte hasta que no veo el cadáver. Es un caso singular y un fracaso, hemos hecho mil y una suposiciones.

-¿No se resolverá nunca?

-A veces parece que el crimen es perfecto, y el cadáver aparece en un hotel veinte años después de la desaparición, por citar un caso real. Como contrapunto al fracaso de Ana Eva, ahí está el acierto al descubrir al niño ahogado por su madre en Menorca, gracias a que puso sus iniciales bajo una goma de borrar.

-Desconfío, porque todos hablan bien de usted.

-Soy así, relativamente tranquilo, aunque la presión del día a día te obliga a sacar un poco de nervio. Me gustaba más convencer que vencer, porque el ordeno y mando no siempre da buenos resultados.

-Como jefe superior de Balears, se encontró con toda la corrupción del mundo.

-Estoy orgulloso. Teníamos dos policías licenciados en Económicas en la seguridad del edificio. Los puse en delincuencia económica. Junto a la fiscalía y Hacienda, creamos un equipo con resultados interesantes en los casos que salieron y en otros que no lo hicieron.

-¿Ha quedado mucha corrupción sin investigar?

-No hemos tirado de todos los hilos que se podían haber investigado. Era imposible y tuvimos que priorizar.

-¿Le echaron de Jefe Superior de Policía por perseguir la corrupción?

-No sé por qué me echaron de la jefatura, pero me echaron. El 20 de enero de 2012 recibo una llamada de Madrid y me dicen que "te tengo que dar una mala noticia, ya sabes cómo son estas cosas". Le respondí, "pues no sabía cómo son". Era viernes y el lunes tenía que haber desalojado el despacho.

-Rajoy acababa de llegar a La Moncloa.

-Fue una decisión política. Admito que era un cargo de confianza, que fui nombrado por el PSOE, y que te pueden cesar en cualquier momento. Pero si no has hecho nada mal, es lógico que te avisen con cierta antelación.

-Le había negado nada menos que doce escoltas al Bauzá que recortaba médicos y profesores.

-Sí. Se hizo un análisis de riesgos, y la escolta policial de tres personas a tiempo completo nos parecía suficiente. Encontré desorbitada la petición de una docena más, tal vez intuían una legislativa conflictiva.

-A la Guardia Civil, ni mentarla.

-Cada cuerpo tiene su prurito y defiende sus colores. A veces tenemos situaciones un poco desagradables, y también con la Policía Local, por roces y distanciamientos. Siempre viene por las personas, porque la competitividad estimula y crea orgullo de pertenencia.

-Algún cachete habrá dado.

-Tras analizar el incidente más violento que recuerdo, mi actuación fue innecesaria. En mi primer año en Madrid, identificábamos a un individuo que salió corriendo. Corrí tras él, lo agarré de la chaqueta, y como se escapaba, es la única vez en que he sacado mi pistola para disparar al aire. No servía para nada.

-Se habla mucho de torturas.

-Cuando tienes pruebas de un delito y te responden que no, sientes la frustración de que te tomen el pelo. Solucionarlo a golpes es absurdo, la confesión será luego desmentida ante el juez.

-¿Imaginaba la corrupción en la Policía Local de Palma?

-Cuando yo estaba, hubo algún miembro de la Policía Local con conductas que investigamos pero que no pudimos demostrar, y que ahora ha sido detenido. El cuerpo no está tan tocado pero, cuando en un colectivo hay manzanas podridas, huele todo el cesto.

-¿Toleraban son Banya para controlar la droga?

-Cuando me nombraron, les dimos caña a tope para que son Banya dejara de ser el supermercado de la droga. Cerramos los accesos durante un fin de semana completo, para acabar con el círculo vicioso. La clave era desmontar la actividad del poblado y que no saliera otro. Es muy triste cuando ves a las víctimas, abuelas a quienes sus nietos han robado los ahorros para pagar se la adicción. También descubrimos el fondo de pensiones que tenía enterrada La Paca.

-¿Cualquiera de nosotros cometería un asesinato?

-Yo creo que sí. Uno de los retos de la neurología es descubrir los fallos en el software del cerebro, que provocan reacciones inesperadas. La persona es el animal más contradictorio que hay.

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