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Sanidad

Los más pequeños, entre algodones

La Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos de Son Espases atiende a unos 400 niños con patologías graves al año, de los que un 15% son extranjeros que han tenido algún percance durante sus vacaciones

La Unidad de Transporte Pediátrico es vital para mejorar el pronóstico.

Son Espases acoge estos días el 31 Congreso Nacional de la Sociedad Española de Cuidados Intensivos Pediátricos, el segundo que se celebra en esta comunidad tras el de 1997 que organizó Son Dureta hace ahora casi veinte años. Unos trescientos profesionales especializados en el cuidado a los más pequeños de todo el país, la mayoría de ellos de hospitales de fuera de las islas, pondrán en común sus experiencias y hablarán de las últimas novedades en la forma de abordar procesos de extrema gravedad en pacientes que no suelen padecerlos, los menores de 14 años.

El coordinador de la unidad de referencia del hospital de Son Espases, el intensivista pediátrico Juan Carlos de Carlos, recalca que en todo el país hay un total 40 UCIs pediátricas y que la "masa crítica" (población y demanda necesaria para montar una unidad de este tipo) está fijada en torno al millón de habitantes por servicio.

Asimismo, en todo el país hay unos trescientos intensivistas especializados en la asistencia a los más pequeños, diez de los cuales trabajan en Son Espases.

Una mortalidad del 2%

El doctor de Carlos cifra en unos 400 los pacientes que atienden cada año de los cuáles entre un diez y un quince por ciento, unos 60, son menores extranjeros que han sufrido algún percance grave durante sus estancias vacacionales. "La mortalidad de la unidad ronda el 2%. Cada año pueden fallecer entre seis y ocho niños. Los principales motivos por los que ingresan en nuestra unidad son infecciones respiratorias graves, accidentes de tráfico cada vez menos frecuentes, precipitaciones, infecciones generalizadas (sepsis) y los ahogamientos desgraciadamente bastante habituales en esta comunidad", enumera el coordinador.

La evolución de los tratamientos tumorales y la mayor supervivencia de estos pacientes conlleva también niños más inmunodeprimidos y más delicados que requieren ser atendidos en estas unidades intensivas. "Esto es una tónica habitual en todas las UCIs pediátricas a nivel mundial", subraya el coordinador.

El intensivista de Carlos habla de la importancia de la unidad de transporte pediátrico de Balears dependiente de su UCI, una unidad creada en el año 2004, la segunda del país tras la de la Cataluña, y la única al igual que la catalana que cubre el transporte intrahospitalario de todos los pacientes en edad pediátrica, desde los neonatos hasta los catorce años de edad.

"Hay otras unidades de transporte en el país pero que se dedican, por ejemplo, solo a trasladar a neonatos. Que cubran todo el transporte pediátrico creo que solo existen la unidad catalana y la nuestra", se ufana el doctor De Carlos antes de subrayar la importancia que supone trasladar en buenas condiciones y estabilizado al paciente para mejorar su pronóstico final.

Un detalle de uno de los talleres celebrados ayer.

"En ocasiones este transporte es muy complicado. Se trata de niños en situación muy inestable que respiran muy mal y que requieren de respiradores especiales (de alta frecuencia). Tiene que llevar tanto aparataje que solo trasladar al paciente desde la UCI a la ambulancia puede llevar hasta una hora. Y cuando el traslado se hace desde otra isla también resulta fundamental el asesoramiento que realizamos a su médico sobre cómo debe actuar antes del traslado para que llegue en las mejores condiciones gracias a las nuevas tecnologías de las que ahora disfrutamos. Gracias a esto, los pacientes que nos llegan ahora desde Menorca y Eivissa lo hacen mucho más estables y con mejor pronóstico para su curación", revela De Carlos.

Para acabar, el especialista diferencia entre UCI neonatal, donde se atienden a los neonatos con problemas congénitos, y su departamento, donde llegan todos los pacientes pediátricos que han recibido el alta tras el parto y que proceden de sus domicilios, aunque tengan quince días de edad.

"Los menores de 1 año suponen aproximadamente el 15% del total de nuestros pacientes. Hay que tener en cuenta que no es aconsejable ingresar a un niño que ha contraido una infección respiratoria en su casa en la UCI neonatal, con niños prematuros muy frágiles. En nuestra unidad es posible un aislamiento mayor de estos casos ya que contamos con habitaciones individuales", concluye. Y es que todo está pensado para tener a estos menudos pacientes entre algodones.

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