El conseller de Educación y Universidad, Martí March, confirmó ayer que en Balears no se harán las pruebas de reválida a los alumnos de 6º de Primaria que recoge la LOMCE. La alternativa serán unas evaluaciones que valorarán las competencias básicas y que validará una comisión externa.

March lamentó la situación "caótica" generada por el ministerio de Educación por su "falta de previsión y mala organización" y aseguró que las pruebas diseñadas por el Gobierno del PP "no aportan nada a la mejora de los centros y generan problemas". Además, explicó que será una comisión externa la que valore las competencias adquiridas por los estudiantes de sexto.

"Es una forma totalmente legal", aseguró el conseller, que también avanzó que habrá comunidades que aplicarán la normativa del Ministerio y otras "que harán algo similar a lo que haremos nosotros". En concreto, son las comunidades no gobernadas por el PP las que han decidido cambiar la evaluación que preveía la LOMCE.

El conseller destacó la intención del Govern de "no crear incertidumbre, ni caos en los centros escolares", aseguró que estas evaluaciones individuales no afectarán a los alumnos, "no les perturbará, ni generará ningún tipo de problemas a los estudiantes".

Acompañado del director general de Planificación, Ordenación y Centros, Antoni Morante, y del director del Instituto de Evaluación de la Calidad del Sistema Educativo (IAQSE), Pere Moyà, March recordó que el Govern "desde el primer momento", se mostró en contra de la LOMCE por ser una ley "sin consenso" y, por tanto, "siempre ha intentado minimizar sus efectos".

Objetivo: "Dar confianza"

"Nuestra posición es dar confianza a los centros y profesores", declaró antes de lamentar que el Gobierno haya "ignorado" a las comunidades y haya desarrollado "un uso electoral y partidista de la aplicación de la LOMCE".

El Ejecutivo de Mariano Rajoy, opinó el conseller, "hace una interpretación interesada de la aplicación de la LOMCE" cuando, además, las autonomías "somos Estado en temas de educación" porque son las que aplican y gestionan la política educativa.

Según detalló, a través de una valoración individual de los alumnos se realizarán los "informes pertinentes para dar cumplimiento a la normativa vigente" con el objetivo de "no generar más conflictos a los centros ni incertidumbre a las familias".

"Que los centros hagan su vida normal, hacemos esta interpretación de la LOMCE de acuerdo a nuestras competencias", remarcó, antes de explicar que la comisión externa que valorará los resultados estará integrada por representantes de Inspección y del IAQSE.

La comisión supervisará y validará los informes individuales, que incluirán la información referida a cada competencia. De esta manera, se comprobará el grado de adquisición de la competencia en comunicación lingüística, matemática y en ciencias y tecnología, además de la consecución de los objetivos de la etapa partiendo de los resultados recogidos por parte del profesorado de los centros a partir de las pruebas de final de curso y de las informaciones complementarias que se consideren oportunas.

La finalidad de estos informes será, además de ayudar a los alumnos a mejorar su aprendizaje, aportar información sobre cada estudiante en el centro donde tenga que continuar los estudios de secundaria.

El IAQSE está trabajando para definir un modelo propio de evaluación externa como las que ya tienen otras comunidades autónomas como País Vasco, Cataluña y Canarias.