Acostúmbrense a los aviones de la nariz roja: los van a ver bastante en el cielo de Mallorca. La aerolínea Norwegian confirmó ayer lo que llevaban meses organizando en el aeropuerto de Son Sant Joan: abren una base fija en Palma, la séptima en España de una aerolínea que, en los últimos dos años, se ha convertido en la tercera mayor compañía de bajo coste de Europa. El desembarco de la infraestructura de Norwegian supondrá la creación de sesenta puestos de trabajo en la isla y la apertura de nuevas conexiones directas con Europa. Dos de ellas apuntalan las rutas que más usan los residentes, las de la península: la aerolínea noruega empezará a volar el 1 de junio a Madrid y Barcelona, aumentando la competencia en ambas conexiones, en las que ofrece precios mínimos de en torno a 45 euros euros por volar ida y vuelta en los meses de junio, julio y agosto (descuento de residente incluido). Además la compañía refuerza los enlaces de Palma con Oslo, Copenhague, Estocolmo y Gotemburgo, cuatro destinos escandinavos clave para reforzar el crecimiento turístico en un mercado, el nórdico, que cada vez aporta más clientes (e inversores) a Mallorca.

Norwegian entra de este modo de lleno en la batalla abierta por hacerse con el espacio que ha dejado la decisión de Air Berlin de desmantelar la base que tenía en Palma para enlazar a sus clientes alemanes con destinos del sur de Europa. La pelea por ocupar el hueco de Air Berlin en el suculento mercado mallorquín es dura. Con los principales touroperadores armando más vuelos que nunca para trasladar a Mallorca a clientes que huyen del terrorismo en destinos como Turquía, las aerolíneas regulares también corren por asegurarse su pedazo del pastel turístico de Mallorca. No es solo Norwegian, o el refuerzo veraniego de destinos y frecuencias que han iniciado en Iberia, Vueling, Ryanair o Air Europa: hace solo dos semanas, otra aerolínea low cost, EasyJet, hacía pública su intención de instalar también una base operativa en Mallorca, que será la primera que tienen centrada casi exclusivamente en el turismo.

La de EasyJet será una sede de temporada turística, con lo que solo estará operativa de abril a octubre. No es el caso de la anunciada por Norwegian: la compañía noruega operará todo el año en su base de Son Sant Joan. Desde Palma ofrecerá un total de once rutas, que este verano moverán casi el doble de tráfico que el pasado. Según confirmaron ayer en la aerolínea, programarán más de 600.000 plazas en las conexiones con Mallorca hasta finales de octubre, casi un 90% más de las que ofertaron el año pasado. "Las dos nuevas rutas [de Palma a Madrid y Barcelona] son la prueba de nuestro compromiso con Mallorca y su desarrollo económico, y estamos seguros que serán bien recibidas tanto por mallorquines como por peninsulares", comenta Bjørn Kjos, presidente de la compañía, que mallorquiniza su discurso con un "peninsulares" que firmaría cualquier mallorquín. Humor al margen, el líder de la aerolínea adelanta además que España va a seguir siendo una de sus apuestas, después de que el año pasado aportase 5,25 de los 26 millones de pasajeros de la compañía. "Es uno de los mercados de mayor crecimiento, algo que esta nueva base de Palma reforzará".

La aerolínea que más rápido crece

Son Sant Joan, que esta temporada batirá sus récords con 26 millones de plazas de avión y un crecimiento del 16,5%, se alía así con la aerolínea que más rápido crece. La expansión de Norwegian en los últimos años es tan fulgurante que ya cuentan con una flota propia de 100 aviones, que se reforzará en los próximos ejercicios con otros 250 aviones que están en fase de fabricación. La evolución de la aerolínea, nacida en 1993, se aceleró en 2012, cuando protagonizaron la mayor compra de aviones de la historia de la aviación europea: encargaron 22 Boeing 737-800, otras 100 Boeing 737 MAX8 y 100 Airbus A320, mientras se garantizaban el alquiler de dos Boeing 787-8 Dreamliner, los que están utilizando para sus rutas de largo alcance a Asia y el Caribe. En Palma tendrán su base dos nuevos Boeing 737-800, con capacidad para 186 pasajeros cada uno. Esos aparatos nutrirán las rutas a la península, 26 vuelos a Barcelona y 36 semanales a Madrid, que permitirán hasta tres vuelos de ida y vuelta algunos días (tienen el detalle sobre estas líneas).