La apertura de mezquitas ha experimentado una auténtica expansión en los últimos 10 años en Mallorca. En 2006 solo existían cinco templos de culto y todos ellos en Palma. En la actualidad, según el ministerio de Justicia, ya son 41 los que están abiertos en la isla y expandidos por todas las comarcas mallorquinas.
El Registro de Entidades Religiosas del Ministerio de Justicia demuestra que las comunidades musulmanas han implantado un templo en la mayoría de municipios importantes de nuestra isla. Las asociaciones islámicas apuntan, como principal motivo de esta expansión, la llegada de las familias de los inmigrantes para establecerse en la isla.
En Mallorca se calcula que existen unos 65.000 musulmanes, de los cuales 45.000 son marroquíes. Este importante número de personas que profesan la religión islámica ha disparado la demanda de los centros de culto en las localidades isleñas para ofrecer los servicios religiosos. Por este motivo, según los datos del Registro de Entidades Religiosas del Ministerio de Justicia, en estos momentos podemos encontrar templos islámico en municipios como Petra, sa Pobla Santanyí, Colònia de Sant Jordi, Sóller, Manacor, Porto Cristo, Campanet, Sineu, Felanitx, Campos, Vilafranca, Santa Margalida, Muro, Alcúdia, Inca, Andratx, Porreres, Son Servera, Sant Llorenç, Lloseta, Llucmajor, Muro o Montuïri. En Inca, Pollença y Manacor hay hasta dos centros de culto musulmán en funcionamiento en sus términos municipales. De igual modo, en muchas barriadas de Palma también se han abierto estos templos donde los musulmanes residentes pueden acudir a rezar. La capital balear ya cuenta con hasta 11 lugares de culto de entidades religiosas musulmanas, según el ministerio de Justicia. A ellos hay que unir otros cinco en Eivissa y Formentera y cuatro en la isla de Menorca. Por comarcas, observamos como en la comarca del Migjorn hay hasta cinco templos de culto islámico; en el Pla de Mallorca ya son seis, al igual que en la zona del Raiguer. En la comarca del norte de Mallorca llegan a las siete mezquitas y en la de Llevant se contabilizan cinco.
Uno de los problemas con que se encontraron las comunidades musulmanas, según explica el presidente de la Liga Musulmana de Balears, Francisco Javier Giménez, es que los propietarios de locales mallorquines eran reacios a alquilar a una comunidad árabe: "Aún hoy nos encontramos con problemas y que piden precios desorbitados, ya que son reacios a alquilar a unos árabes. Sin embargo, cuando advierten que somos comunidades normales cambian de opinión".
Antes de la expansión de las mezquitas en todas las comarcas mallorquinas, la mayoría de musulmanes tenía que desplazarse hasta los principales templos de Palma para seguir el culto en las fiestas más señaladas de su religión. Los días normales solían rezar en casa por la falta de templo.
Francisco Javier Giménez indicó también que para "los ayuntamientos es una ventaja muy importante contar con una mezquita en su localidad. Saben que tienen un interlocutor válido (el imán) para hablar con la comunidad musulmana y no tener que ir puerta a puerta para comunicarse con ellos. Sin duda, las mezquitas de las comunidades musulmanas lo que hacen es una labor importante y facilitan la convivencia".
La llegada de las familias
Por su parte, Youssef Jonihni, responsable de la Unión de Marroquíes en las islas, aportaba un motivo más a la expansión de los templos musulmanes en la última década. "En estos últimos años se incrementado de forma importante el número de familias que se han reunido en Mallorca y ello ha hecho que la necesidad de tener una mezquita sea más importante para ofrecer sus servicios religiosos".
La reunión familiar de que habla Jonihni tuvo su principal auge entre los años 2008 y 2010, cuando aquí en Mallorca todavía no se habían detectado los efectos de la crisis económica y existía gran demanda de trabajadores inmigrantes. Los que vinieron, al tener garantizado un sueldo, optaron por trasladar a sus mujeres e hijos desde sus países de origen hasta Mallorca.
El presidente de la Unión de Marroquíes también relató que los mallorquines "no querían mezquitas en sus municipios, pero han visto que lo que único que pretendemos es adorar a nuestro Dios". Acto seguido recordó que el "Corán no contempla las espadas y la violencia".
Mallorca, incluso cuenta con una escuela coránica, Madrasa Wazzani, ubicada en la localidad de Consell. Allí se han formado imanes que están desempeñando su labor en diferentes lugares del Mundo.
Por otra parte, solo en Mallorca los centros de culto de otras religiones, caso de los islámicos con 41 y los 46 de la Iglesia Evangélica, ya superan las 144 parroquias católicas existentes en la isla. A ello hay que sumar los templos budistas, mormones o judios.
