Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista

Pilar Costa: "Será un error si Podemos y Més se unen más para superar al PSOE que para quitar al PP"

"No tengo complejo por ser cuota de nada, ni como mujer ni por islas. Reivindico las cuotas. Cuantas más, mejor" - "No pienso que una unión electoral de Podemos y Més pueda torpedear al Govern del que son responsables" - "Desde el PSOE de las islas defendimos en Madrid un pacto a la balear, pero éramos conscientes de que era difícil"

"Como progresista, no veo negativo que Podemos y Més se unan para las generales, pero quiero que el PSOE gane por mayoría, algo muy difícil" B. Ramon

Hace nueve meses se daba por hecho que entraría en el Govern ¿Qué ha cambiado para que ahora haya aceptado?

—La presidenta me pidió que diera este paso y lo he dado porque creo que puedo colaborar en el proyecto progresista y de cambio que pactamos, en el que yo misma participé en la negociación. He entrado con todas mis ganas y fuerza. En estos momentos, vi una situación más complicada porque algunos cambios en el Govern se produjeron por fuerza mayor, como el de Joan Boned, que si no hubiera sido por sus problemas de salud seguiría siendo conseller de Territorio. Quizá ese principio de responsabilidad que algunos tenemos de forma exagerada me hizo decidir dar este paso.

Usted tiene un perfil muy político. ¿Su presencia en el Govern es una manera de tener más controladas las costuras por las que se puede romper este Ejecutivo, como se vio con la dimisión de Camps?

—No creo que sea un problema de tener más o menos atado. El Govern ha estado funcionando bien. ¿Que tengo un perfil político? Rotundamente sí. Me dedico a la política, me apasiona la política, el diálogo y el consenso político. Quizá una parte de lo que yo pueda aportar sea precisamente no solo la coordinación del Govern, que es parte del trabajo de la consellera de Presidencia, sino ese permanente diálogo y negociación política con los socios de Govern. Pero en absoluto creo, ni se me ha transmitido, que haya que tener esto más atado. No creo que el Govern haya tenido este problema.

Como portavoz del Govern, ¿hubiera negado reiteradamente en rueda de prensa que Camps fuera a salir del Ejecutivo el mismo día en el que poco después anunciaba su dimisión?

—Mi compañero Marc Pons ha sido tratado muy injustamente con ese asunto. Cuando él estaba dando esa rueda de prensa, se estaban produciendo hechos que el desconocía. En ningún momento ocultó información ni mintió. Es que estaban pasando cosas mientras daba la rueda de prensa que él desconocía.

¿Pons pasó a Territorio como castigo por esa rueda de prensa?

—Se ha escrito eso, pero en absoluto es así. Pons tiene un perfil ideal tanto para ser portavoz como conseller de Presidencia. Y tiene otra ventaja y es que se trata de un animal político que podrías poner en casi la mayoría de las conselleries de un Govern. Esa cualidad no la tiene todo el mundo. Nadie duda tampoco de que su perfil es el mejor para Territorio. Insisto en que si no hubiera sido por los problemas de salud de Boned, ese cambio no se hubiera producido.

En ese caso, usted no sería consellera y Armengol no podría presumir de presidir el primer Govern balear con más mujeres que hombres.

—Sí. Hay que mirar las cosas positivas. Estoy especialmente satisfecha por eso. El martes volvió a salir en el pleno del Parlament la cuestión de las cuotas, sobre las que se habla en tono peyorativo. Yo reivindico las cuotas. Cuantas más, mejor. No tengo el más mínimo complejo por ser cuota de nada, ni como mujer ni de una isla menor. Lo reivindico y con mayúsculas. Si no existiera esta discriminación positiva a lo mejor muchas mujeres no estábamos en política. Se trata de que valemos tanto o tan poco como nuestros compañeros hombres y queremos estar por los mismos motivos. Que no sea necesario ser una superwoman para estar en política, sino tener las mismas condiciones. Para eso necesitamos discriminación positiva.

En todo caso, cuando se habla de cuotas con sentido peyorativo con respecto al actual Govern se refiere más bien a las parcelas de cada partido, al riesgo de funcionar como un reino de taifas.

—Sí, pero también discrepo de esta percepción. Cuando el PP gobierna con su mayoría absoluta se intenta que haya representación por islas. Cuando el Govern es progresista y de izquierdas a eso mismo se le llama reparto de cuotas y sillas de forma peyorativa. Esta Comunidad está formada por cuatro islas y es bueno que haya la mayor representación de todas en el Govern. Además, a este Govern le dan apoyo cuatro partidos y la misma sensibilidad que está en las islas está en estos partidos. ¿Nos vamos a escandalizar por eso? El PP ha gobernado con mayoría absoluta. De haber gobernado en coalición hubiera habido consellers de los distintos partidos que estuvieran en la coalición. Vi cambios en el Govern de Bauzá mucho más llamativos. Quizá como yo provengo de la cultura de pacto, lo vivo con más naturalidad.

Se estrenó en política como senadora de una candidatura unitaria de la izquierda de Eivissa, después fue presidenta del Consell de Eivissa también con una coalición de cinco partidos de izquierda. Ahora, ante las elecciones del 26 de junio, los que quieren unirse por la izquierda son Podemos y Més, los socios de Govern del PSOE. ¿Hay miedo en su partido a esta posible coalición?

—Miedo ninguno. Tengo muy claro que nuestro adversario es el PP. La única tristeza que tengo es que se repitan las elecciones, la incapacidad ente todos de formar un Gobierno distinto al de Rajoy y que todo este desencanto lleve a un resultado electoral el próximo 26 de junio en el que todo indica que no habrá muchas diferencias salvo una subida de la abstención. Que esto provoque que los partidos de izquierda perdamos fuerza en estas generales. En el caso de Balears, el que haya entendimiento entre estas fuerzas de izquierda, no lo veo negativo desde un punto de vista progresista. Desde un punto de vista partidista, como representante del PSOE, evidentemente aspiro a que sea mi partido el que tenga la mayoría en estas elecciones. Cosa muy difícil.

¿No teme que esa posible coalición debilite la posición del PSOE en el Govern y a la propia presidenta?

—Estoy convencida de la responsabilidad de todos los partidos del Pacto, de los que estamos dentro del Govern y del que apoya al Govern. En absoluto pienso, y más si me pongo en la piel de los compañeros de Més, que esta coalición que se negocia para las generales sea para torpedear un trabajo de un Govern en el que ellos mismos tienen una parte fundamental de responsabilidad. Lo único que deseo es que el objetivo de esta coalición sea el cambio de Gobierno en España, que podamos quitar al PP, no que el objetivo principal sea ver como superar al PSOE y dejarlo como fuerza residual. Creo que sería un gravísimo error y una irresponsabilidad por parte de los compañeros de Més y de Podemos. No digo que sea este su objetivo, pero muchas de sus declaraciones van en ese sentido.

Armengol se quedó sóla en el PSOE nacional en defensa de un pacto a la balear. ¿Les ha decepcionado Pedro Sánchez?

—El pacto a la izquierda era una apuesta clara desde el PSOE balear. También hay que ser honestos políticamente. Las mayorías parlamentarias que tenemos en Balears no son las mismas que había en el Congreso de los Diputados. Hemos defendido este pacto a la izquierda, pero siendo conscientes de que en el Congreso era más difícil. Además, el PP tiene mayoría absoluta en el Senado, lo que significa que cualquier ley que bloquee en la Cámara Alta vuelve al Congreso y sin mayoría absoluta no podrás levantar este veto. Por eso entiendo el paso de Pedro Sánchez de intentar ser más transversal en el acuerdo, incluso con Ciudadanos. En todo caso, todo el mundo tiene que hacer autocrítica de lo que ha ocurrido. También Podemos, ya sea porque se ha primado el partido, la estrategia de cara a una posible repetición de elecciones o porque tenían dos almas, una más propacto y otra más antipacto. Todo eso no ha ayudado a que hubiera un final feliz.

¿Y la autocrítica del PSOE? Se lo digo porque el propio partido se lo puso muy difícil a Sánchez para pactar con la izquierda.

—Mi propio partido no lo ha puesto fácil. Todos los partidos, incluido el PSOE, empezaron hablando de líneas rojas, que es lo peor que puedes hacer cuando quieres llegar a un acuerdo. Para lograrlo, hay que sentarse y hablar de todo. Seguro que a Pedro Sánchez se le podrá criticar por muchas cosas, pero por la intención y voluntad real y firme que tenía de lograr un Gobierno de cambio, no. Se ha dejado la piel en el intento. En el PSOE ha tenido a todo el mundo detrás para que fuera presidente, pero es cierto que había distintas visiones sobre qué pacto sería mejor. No somos un partido monolítico.

Podemos en Balears no solo ha rebajado sus declaraciones reticentes hacia el PSOE sino que incluso agradece a Armengol la defensa en su partido de un pacto a la balear. ¿Facilita eso su función como encargada de coordinar al Govern?

—Creo que en Balears Podemos juega el papel que ha querido jugar, que es dar un apoyo al Govern desde fuera condicionado a discutir aquello con lo que no están de acuerdo. Yo no le veo ningún problema a eso. Son las reglas de juego que pactamos y eso significa que habrá temas con los que no estemos de acuerdo. No tenemos que hacer un drama de cada diferencia, que parezca que pone en cuestión la gobernabilidad. Firmamos un acuerdo de gobernabilidad para cuatro años y cuando haya diferencias hay que gestionarlas. Siempre se quiere ligar lo que pasa entre los partidos en España en el sentido de si puede hacer saltar el Pacto por los aires. Me parece desmesurado. Lo que pase en Balears lo decidiremos aquí los partidos del Pacto. Tengo la confianza en que PSOE, Més y Podemos seguirán apoyando el Pacto porque para eso firmamos un acuerdo para cuatro años.

Podemos ya ha empezado a adjudicarse las políticas más progresistas del Govern. Supongo que Més hará lo mismo. ¿Se ha planteado alguna estrategia como portavoz del Govern?

—A mí eso me encanta. Que todos los que apoyan al Govern, desde fuera o desde dentro, se sientan partícipes y se quieran atribuir una parte de los logros es muy buena señal. Podemos ha tenido una parte de responsabilidad, aunque sea porque lo han votado en el Parlament. No me parece negativo. Sufro más cuando oigo lo contrario. Durante la campaña seguramente puede haber momentos más tensos, porque las declaraciones de los dirigentes se pueden endurecer. Pero yo, y espero no pecar de ingenua, estoy tranquila en el sentido que se sabe diferenciar lo que es estar en una campaña a lo que pueda ser un problema de gobernabilidad. En España nos falta mucha cultura de Pacto, como se ha visto ahora. Cuando se habla de que las Cortes son más plurales y que han venido partidos nuevos a regenerarlo, no lo pongo en duda pero sí lamento que con estos partidos regeneradores ha sido la primera vez en la historia en la que no ha sido posible conformar un Gobierno de cambio en este país.

Mientras Pedro Sánchez pacta con Ciudadanos y pasa de calificarlo de partido de derechas a reformista, Armengol llama a Pericay ultra en el Parlament. ¿Con qué se queda?

—Cada uno que se defina como quiera, pero que Ciudadanos es un partido de derechas o de centro derecha no lo pongo en duda. Pedro Sánchez llegó a un entendimiento, a la firma de un pacto. Evidentemente sacar lo que dijiste en campaña electoral para poner en evidencia las contradicciones... Por esa misma regla de tres también hemos oído repetidamente a Pablo Iglesias decir que jamás seria vicepresidente de un Gobierno en el que el presidente fuera un socialista y lo primero que dijo para hablar de acuerdo con el PSOE fue que él sería vicepresidente. Cuando Armengol llamó ultra a Pericay fue dentro de un debate sobre cuestiones lingüísticas, una materia en la que Ciudadanos ha tenido una obsesión contra la lengua catalana. Utilizó la palabra ultra en este contexto.

¿Qué le ha dejado Marc Pons en los cajones por resolver?

—Todo lo que es la reivindicación para el nuevo sistema de financiación, en coordinación con la conselleria de Hacienda. Par eso necesitamos un Gobierno en España. Es uno de los objetivos prioritarios de la legislatura. También está pendiente la modificación de la Ley de Consells Insulars, sobre todo para aclarar el tema competencial, no en cuanto a materias por traspasar sino para ajustarla al Estatut en algunas cuestiones que no quedaban claras con la redacción actual porque la Ley es del año 2000 y la reforma del Estatut es de 2007. Se está hablando ya con todos los consells insulars. Pons me ha dejado mucho trabajo, pero muy bien encarrilado.

La Abogacía del Govern depende de usted, como consellera de Presidencia. ¿Prevé cambios en el caso Nóos en lo que se refiere a que la infanta deje de estar en el banquillo por las medidas contra Manos Limpias?

—El director de la Abogacía y yo hemos hablado en general, sin entrar en el detalle del caso Nóos. Hay que hacer un reconocimiento al trabajo de la Abogacía de la Comunidad, no solo en el caso Nóos sino en todos los casos de corrupción que tenemos en Balears, que han sido muchos. El caso Nóos es el más trascendente. Tengo la tranquilidad de que se juzgará con todas las garantías. Tenemos una justicia y tribunales que funcionan, independientemente de que puedas compartir más o menos determinadas decisiones judiciales. Si todos decimos que confiamos en los tribunales, luego no vale que si no gusta una resolución judicial pongas en duda el trabajo y la independencia de la Justicia. Lo que no significa no poder decir con naturalidad que una resolución judicial no te gusta.

¿Se mantiene el plazo de este año para la apertura de los jardines de Marivent al público?

—Es uno de los acuerdos del cambio. Se está trabajando con la Casa Real, que desde el principio ha mostrado su predisposición a llegar a un acuerdo. Esperamos que este año sea una realidad. No creo que sea posible en verano porque no dará tiempo, pero sí antes de que acabe el año.

Se da por hecho que Ramón Socías no repetirá como candidato al Congreso por el PSOE y entre los nombres que se barajan está el de uno de sus directores generales, Josep Enric Calverol. ¿Tenía previsto hacer cambios en su equipo?

—El partido aún no ha tomado una decisión. La verdad es que yo no tenía previsto hacer ningún cambio de directores generales, pero habrá que ver las decisiones que se adoptan respecto a las listas electorales.

Compartir el artículo

stats