La mitad norte de la isla se convirtió ayer en una enorme ratonera en la que miles de conductores quedaron atrapados durante horas en atascos kilométricos. El motivo fue el cierre al tráfico de quince vías, desde Andratx a Manacor, por la carrera cicloturista Mallorca 312. Algunos de los tramos, como el que va de Artà a Can Picafort, permanecieron cortados durante seis horas. La gran movilización de la Guardia Civil de Tráfico y el resto de organismos de emergencia no pudo evitar el colapso, que comenzó en la zona de Alcúdia de Palma y se fue desplazando, a medida que avanzaba la carrera, hacia Palma y luego al Llevant. Las centralitas de emergencia recibieron cientos de quejas de afectados, desde personas que iban a perder un avión hasta quienes no podían acceder a sus domicilios.

“Ha sido horrible, espero que no lo hagan nunca más”. El comentario de un veterano agente de Tráfico resumía las dificultades a las que se había tenido que enfrentar durante la jornada. Los responsables del operativo eran conscientes del efecto que podía tener en el tráfico de la isla, y ya se había previsto una movilización sin precedentes, con prácticamente todos sus agentes disponibles de servicio. Junto a ellos colaboraban las plantillas de la Polcía Local de los pueblos por donde pasaba la carrera y de Protección Civil.

El corte de las primeras carreteras se produjo a primera hora de la mañana, en el tramo de la Playa de Muro a Pollença. En la zona norte se registraron ya grandes atascos, y un barco que partía desde Alcúdia hacia Menorca tuvo que retrasar su salida, ya que muchos de los transportistas y viajeros no podían acceder a tiempo.

Pero los problemas se multiplicaron un par de horas después, cuando la carrera alcanzó los tramos de Valldemossa y s’Esgleieta, en las proximidades de Palma. Allí se producía la confluencia de los dos circuitos en que se dividía la marcha cicloturista.

El colapso era total. Cientos de conductores que pretendían salir de la ciudad en dirección a las localidades de la Serra se encontraron con las vías cortadas, y atrapados en atascos kilométricos durante horas.

La Guardia Civil había recibido, sobre las dos de la tarde, un centenar de llamadas de queja de usuarios que no podían llegar a su destino. Algunos manifestaron que se dirigían al aeropuerto a tomar un vuelo y que habían llegado tarde. El desconcierto era todavía mayor entre muchos turistas extranjeros, que se encontraban metidos en el atasco sin saber a qué se debía.

Los comentarios de los afectados llegaron a las redes sociales. “Me acaba de parar un coche de turistas en la entrada Crestatx, preguntándome si hablaba inglés y si les podía ayudar. Necesitaban ir a Port de Pollença y llevaban más de dos horas intentando llegar, y pensando que los cortes en la circulación eran provocadas por múltiples accidentes en varios puntos de la isla”, explicaba una mujer ayer al mediodía.

Pese a que, según la Guardia Civil de Tráfico, no se registraron accidentes graves, los atascos propiciaron diferentes colisiones por alcance. “Todos las entradas a Alcúdia estaban colapsadas”, explicaba Maria Antònia Crespí. “Y se ha producido un choque entre dos coches que ha afectado a un tercero. Muchos vehículos, incluso autobuses, intentaban girar en medio de la vía para tratar de tomar otro camino”.

Por la tarde, el tráfico se fue abriendo en la zona de Ponent y el centro de la isla y los atascos se trasladaron hacia el Llevant, en las entradas de Manacor y Artà . Los problemas circulatorios se prolongaron durante todo el día.