El juez Castro está ultimando los trámites procesales para que Encarnación Padilla, cuñada de Jaume Matas y exdirectora general del Govern, sea juzgada por el denominado caso Over. La mujer, que es esposa de Fernando Areal, exgerente del Partido Popular, ordenó la contratación directa, a través de expedientes fraccionados, de la empresa de publicidad que había realizado la campaña electoral del PP del año 2003, con Matas como cabeza de cartel. Al concluir la instrucción de este caso, el juez Castro determinó que existían indicios más que suficientes para que Padilla fuera juzgada por los delitos de prevaricación, fraude a la administración, falsedad y malversación de caudales públicos. Por los mismos hechos y por los mismos delitos el magistrado también implicó al expresident del Govern, Jaume Matas, y al publicista y dueño de Over Marketing, Daniel Mercado.

Este auto del juez únicamente fue recurrido por la exdirectora general. Ni Matas, ni Mercado se opusieron a la decisión del magistrado. Castro, sin embargo, en una resolución dictada ayer desestima el recurso al que, por otra parte, únicamente se había opuesto la abogacía de la comunidad autónoma y no así la fiscalía, que no había presentado ningún escrito.

Una vez confirmada esta decisión se da paso al fiscal y a la acusación particular, que representa la abogacía, para que presenten escrito de acusación o soliciten el archivo de este caso.

El juez concluye que Encarnación Padilla, en su responsabilidad como directora general del área de tecnología del Govern, amañó la contratación de la empresa que realizó la campaña electoral del 2003, que llevó a su cuñado a recuperar el poder político en Balears. Se trataba de la contratación para impulsar una campaña de promoción que organizó su dirección general. Padilla se defendió señalando que nunca recibió ninguna orden de Jaume Matas, en el sentido de que favoreciera a la empresa de publicidad a través de la contratación directa para que realizara campañas de promoción. La mujer de Fernando Areal negó que hubiera fraccionado varios contratos, evitando de esta forma convocar un concurso y decidir la contratación directa de Over.

El dueño de esta empresa de publicidad ha reconocido que se benefició de varios contratos irregulares en compensación por la campaña electoral.