El impacto que la crisis económica ha tenido en Balears hizo que entre 2008 y 2013 el tejido empresarial en activo durante un mes de marzo se viera reducido en casi 6.000 centros de trabajo. Pero en 2014 se inició una fase de recuperación que ha permitido que al cierre del mes pasado ya se haya recuperado aproximadamente la mitad de estas sociedades. Hay un matiz muy importante: en el caso del sector servicios, la cifra de altas en la Seguridad Social supera ya la que se registraba antes de iniciarse este proceso de destrucción, y es en la construcción y en la industria donde se siguen padeciendo los mayores daños.
Según los datos de la Tesorería General de la Seguridad Social, el pasado marzo se cerró con 40.304 empresas de alta, lo que supone que en los últimos doce meses se ha registrado un crecimiento del 4,3% en esta materia (1.676 altas más). Pero hay que recordar el punto de partida: en marzo de 2008, esta cifra alcanzó su nivel más alto (por lo que respecta a ese periodo del año, ya que el punto de máxima actividad empresarial se suele alcanzar en las islas en julio), hasta situarse en 42.954 empresas, para iniciar una caída que la llevó hasta las 37.002 de ese mes de 2013. Esa pérdida de casi 6.000 centros de trabajo se ha reducido a la mitad en los últimos tres años.
Subida del sector servicios
A la hora de analizar la letra pequeña, se comprueba que las islas ya han conseguido incluso superar los niveles que el sector servicios y su principal motor económico (en el que se enmarcan actividades como la hotelería, la restauración o el comercio) presentaba en 2008. En marzo del presente año aparecen registradas 31.881 empresas en las islas, mejorando así la cifra de 2008, de 31.442, independientemente del tamaño que éstas puedan tener.
Dentro de este grupo, destaca el caso de las empresas de alojamiento y de restauración, que al cierre del mes pasado sumaban 7.325, cuando esas mismas altas se limitaban en 2008 a 6.220, reflejo del protagonismo que el turismo está teniendo en la recuperación de la economía balear, algo evidente si se tiene en cuenta que durante los últimos años el archipiélago ha registrado cifras récord de visitantes.
Por contra, el balance del comercio es mucho más negativo, demostración también de que la caída en el consumo de los residentes ha hecho pagar una elevada factura a esta actividad. Si en marzo de 2008 había 6.848 empresas vinculadas al comercio minorista, este año la cifra se limitan a 5.875, y ello a pesar de la expansión que se está registrando en el caso de las cadenas de alimentación.
El ‘agujero’ de la construcción
Sin lugar a dudas, el sector que ha registrado los más duros golpes durante la crisis ha sido el de la construcción, tras reventar la burbuja inmobiliaria que se vivió durante los primeros años del presente siglo.
Durante el pasado marzo, las alzas vinculadas a este sector en la Tesorería de la Seguridad Social se situaron en 5.454. En ese mismo mes de 2008 aparecían 7.920. Nótese que esta diferencia supone prácticamente la que queda pendiente de recuperar para alcanzar el tejido empresarial que las islas presentaban antes de iniciarse la crisis, lo que muestra que se trata del colectivo empresarial al que más está costando remontar en sus niveles de actividad.
En cualquier caso, hay un dato a tener en cuenta: ni los mismos constructores defienden que se tenga que volver a alcanzar un volumen de trabajo en este campo como el que se daba en los ejercicios previos a la crisis, lo que significa que nadie aspira a acercarse siquiera a la citada cifra de 2008.
Esta distancia sin recorrer no significa que esta actividad no haya entrado también en la senda de recuperación, como lo reflejan los incrementos de la inversión que recibió durante 2013, 2014 y muy especialmente a lo largo de 2015, aunque los datos de los primeros meses del presente ejercicio, con una caída del 12% en el valor de los proyectos respecto al mismo periodo del anterior, estén provocando que desde su asociación empresarial comience a darse la voz de alarma -tal y como adelantó hace pocos días Diario de Mallorca-, especialmente ante el temor a lo que puede suceder a lo largo de 2017. Hay que tener en cuenta que las altas en la Seguridad Social relacionadas con la actividad constructora se situaron en 2013 en 4.838, lo que implica que solo se ha recuperado una parte relativamente reducida de lo perdido desde el inicio de la crisis económica.
El balance del periodo 2008-2016 también es negativo para la industria balear. En marzo del primero de esos ejercicios, la cifra de empresas isleñas registradas ante la Seguridad Social ascendía a 3.217. El mes pasado esa cifra fue de solo 2.808, aunque en 2013 había llegado a bajar hasta las 2.679.
Hay un factor a tener en cuenta: una parte importante de la actividad de la industria balear está muy vinculada a la edificación, lo que explica que la recuperación de ambas esté recorriendo un camino paralelo.
Pero al margen de ello, desde los sindicatos se viene denunciando la deslocalización de muchos de estos centros de trabajo, que en ocasiones cierran sus instalaciones en el archipiélago para trasladarlas a la península, algo que ha quedado reflejado en casos que han tenido una apreciable trascendencia ante la opinión pública, como fue el de la embotelladora de Coca-Cola o el más reciente de la fábrica de Bimbo, ambas instalaciones ubicadas en Palma.
Plan industrial
Este problema está alcanzando la suficiente envergadura como para que desde el Govern balear se haya anunciado ya la presentación a lo largo de este año de un plan para recuperar el sector industrial de las islas.
Aunque con una relevancia mucho menor en sus cifras absolutas, también el sector de la ganadería, agricultura y pesca muestra un recorrido negativo durante el periodo antes señalado. Si en marzo de 2008 aparecían 375 empresas vinculadas a este sector primario, este año esta cifra aparece reducida a 160, aunque en 2013 era de 129.
Etapa de crecimiento
Resulta evidente que tras la destrucción empresarial que Balears ha vivido durante el periodo 2008-2013, los últimos años muestran una evolución al alza coincidente con ejercicios que se han cerrado con un excelente balance turístico. Por ello, si nos limitamos a la evolución que el tejido empresarial balear ha tenido a lo largo del último año, el incremento que se ha alcanzado se cifra en un 4,3%, al pasar de los 38.628 centros de trabajo de marzo de 2015 a los 40.304 del presente ejercicio, independientemente de que la diferencia en las fechas de celebración de la Semana Santa haya podido tener una influencia en este apreciable aumento.
En este caso, la mejoría anual aparece en todos los sectores. En el caso de los servicios, se ha crecido desde las 30.584 hasta las 31.881 empresas en ese plazo de doce meses.
A diferencia del balance que se hace respecto a todo el periodo de la crisis, en el cómputo del último año sí hay crecimientos en la totalidad de sus grandes ramas. Así, la restauración aumenta desde las 5.349 hasta las 5.729 empresas, y las de alojamiento lo hacen desde 1.487 hasta las 1.596.
El aspecto más positivo es que también el comercio minorista muestra su entrada en la senda del crecimiento, aunque sea de una forma mucho más moderada, coincidiendo con la presencia de un mayor número de turistas y la ligera recuperación del consumo de las familias residentes, y pasa de las 5.781 a las 5.875 empresas.
Reformas hoteleras
Tras los servicios, también la construcción muestra un comportamiento interanual positivo, y pasa de las 5.152 a las 5.454 altas en la Seguridad Social. En este aspecto, hay que tener en cuenta que durante el último ejercicio la reforma de establecimientos hoteleros ha sido especialmente intensa, aunque ya comienzan a detectarse los primeros datos relacionados con la desaceleración de este proceso.
Los pasos de la industria son similares, dado que frente a sus 2.745 empresas contabilizadas en marzo del pasado año, el mes pasado se cerró con 2.808. En cuando a la agricultura, ha pasado de 146 a 160.
