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Mohamed Harrak fue condenado por pegar a su hermana con un cable

Junto a su madre, Harrak agredió a la niña de 12 años y este delito le impidió conseguir la nacionalidad

Mohamed Harrak quería ser militar o policía, al no conseguirlo, disfrutaba de los juegos de comandos con el paintball.

En agosto de 2010 ocurrió un suceso que marcó la vida de Mohamed Harrak para siempre. Un hecho que le cerró las puertas a sus grandes sueños de ser policía o militar y participar en misiones integrado en comandos especiales. Harrak y su madre fueron acusados, y posteriormente condenados, de agredir a su hermana pequeña de 12 años con un cable eléctrico a modo de látigo. La Audiencia Provincial ratificó la condena del juzgado y a Mohamed Harrak y a su progenitora les impusieron una pena de 60 días de trabajos en favor de la comunidad por un delito de lesiones en el ámbito familiar.

La condena fue dictaminada en el año 2011, cuando Harrak tenía 21 años. Sin embargo, años más tarde, cuando el presunto yihadista intentó conseguir la nacionalidad española para ingresar en los cuerpos de seguridad o en el Ejército, salieron los antecedentes penales de aquel triste episodio. El ministerio del Interior le denegó la nacionalidad española y aquello frustraba todos sus anhelos de vivir las aventuras como militar español. Los que le conocen aseguran que aquello marcó su vida y supuso un antes y un después en la personalidad de Harrak.

La niña de 12 años declaró en el juicio que su hermano la agredió con el cable mientras su madre la sujetaba por el pelo y la golpeaba contra una mesa. Tanto Mohamed Harrak como su madre se acogieron al derecho a no declarar en el juicio. Un vigilante jurado y un agente de policía destacaron que vieron a la menor muy asustada con numerosos hematomas en los brazos y el rostro.

En el entorno de los árbitros, solo sus amigos más íntimos conocían lo ocurrido. Incluso él desconocía que su condena le cerraría las puertas a ser ciudadano español. Lo demuestra el hecho que a los compañeros árbitros que eran policías les preguntaba de forma asidua cómo podía acceder a las academias.

En su perfil de Facebook se puede encontrar una foto de militares de la Legión Extranjera del Ejército francés haciendo maniobras. El auto de su detención habla de que, una vez perdidas sus esperanzas de ingresar en los cuerpos de seguridad españoles, intentó hacer lo propio con la división extranjera de Francia.

Personas que coincidieron con él en los partidos de baloncesto siguen contemplando la posibilidad de que se hayan equivocado con Mohamed Harrak. "Es cierto que le gustan los juegos de militares, pero de ahí a ser un yihadista no me parece creíble. Era una persona normal que nunca demostró nada de radicalismo", indicó una anotadora de mesa que coincidió con él en varios partidos.

Empadronado en Jaén

A Mohamed Harrak se le conocen dos parejas. Una chica sudamericana que salió con él hace años, y que también estaba en el mundo del arbitraje, y una andaluza. Esta última convivió con él durante unos cinco años en el barrio de Es Rafal. Ella es de un pequeño pueblo de Jaen llamado Jabalquinto, donde ambos pasaban largas temporadas. Incluso él estuvo empadronado en el municipio jienense durante el invierno.

Tanto él como su entonces novia trabajaban en el sector turísticos y durante la temporada baja se marchaban a Jabalquinto. En el pequeño pueblo no dan crédito a lo que está ocurriendo, ya que se le veía integrado y haciendo vida en familia. Fuentes consultadas en Jaen indican que en ningún momento se le notó un hombre radical y excesivamente religioso.

No obstante, a principios de año esta relación se truncó. Se apunta, desde círculos cercanos a la pareja, que ni ella ni su familia compartían las proclamas religiosas que hacía Harrak en privado. Algunas fuentes consultadas apuntan que esta postura más radical fue aumentando y coincidiendo con su frustración al no conseguir la nacionalidad española para ser policía o militar.

Su expareja sigue trabajando en Mallorca en el sector turístico. Cuando rompieron, Mohamed Harrak se mudó del domicilio conyugal de Es Rafal para irse a vivir con sus padres en Son Gotleu.

De sus estancias en Jabalquinto se sabe que acudía con asiduidad a realizar partidas de paintball en Granada. Algunas fuentes también apuntan la posibilidad de que durante su meses de residencia en el municipio jienense podría haber intentado ingresar en la Guardia Civil. A escasos 50 kilómetros de Jabalquinto, en Baeza, la Benemérita tiene una academia de suboficiales. Harrak es miembro de un grupo de Facebook integrado por vecinos de Jabalquinto.

Matrimonio en Marruecos

Al romperse la relación sentimental con su novia andaluza fue cuando el presunto yihadista viajó a la tierra de sus padres, Marruecos. Las fotos que subió en las redes sociales muestran que Mohamed Harrak se dedicó a hacer turismo. De hecho, se fotografió junto a una cascada donde él mismo explica que está en el país alauí. Al regresar a Mallorca comenta a sus amigos que ha contraído matrimonio con una chica marroquí y que están esperando un hijo. Es la última noticia que se tiene de él antes de su detención.

(Información realizada en colaboración de B. Palau)

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