Fernando Villalonga, exconcejal en 2013 de Cultura y Deportes en el Ayuntamiento de Madrid del Partido Popular, fue la persona que denunció ese año ante el fiscal general del Estado Eduardo Torres Dulce los pagos que Madrid-16 había hecho a Iñaki Urdangarin y de los que no había ningún tipo de justificante en el expediente. Villalonga es un diplomático con una dilatada carrera en cargos públicos y ayer aseguró al tribunal que en su vida había visto unos pagos revestidos como donaciones, "ni tan siquiera en el terreno de la caridad".

El testigo, que defendió la inocencia de Mercedes Coghen, declaró por vídeoconferencia desde Londres y es hermano de Isabel Villalonga, la funcionaria valenciana que evitó que Urdangarin estafase dos millones a la Generalitat de Valencia con facturas sin justificar de los Juegos Europeos.