Virginia López Negrete, la letrado que representa al sindicato de funcionarios Manos Limpias en el caso Nóos y la única parte que pide la condena de la infanta Cristina, está meditando si continuar como acusación popular o renunciar tras la causa por presunta corrupción abierta contra su representado. Negrete asistió ayer a la sesión del juicio Nóos y aseguró que tomará una decisión en virtud de la información que salga sobre la causa seguida contra su cliente, el secretario general de Manos Limpias, Miguel Bernad, en prisión por orden del juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz.

Bernad está acusado, junto al dirigente de la asociación de consumidores Ausbanc Luis Pineda, de liderar un grupo organizado para extorsionar a bancos, empresas u otras víctimas a cambio de retirar acciones penales contra ellos o de no hacerles campañas de prensa difamatorias. Los dos están en prisión por, entre otros supuestos delitos, exigir tres millones de euros a dos bancos y a los abogados de la infanta Cristina para retirar la acusación contra ésta última.

Negrete volvió ayer a desvincularse totalmente de los delitos atribuidos a Bernad y a otros miembros del sindicato y aseguró haberse enterado del supuesto chantaje sobre doña Cristina por la prensa.

La letrada pidió a Bernad explicaciones antes de su detención sobre las informaciones periodísticas que desvelaron las pesquisas policiales y judiciales sobre la presunta trama de extorsión. "Estate tranquila, no hay nada: son las cloacas del Estado", le contestó el secretario general del sindicato poco después detenido y ahora encarcelado.

López Negrete calificó de "horribles" los hechos que el juez Pedraz atribuye a la supuesta organización delictiva liderada por Bernad y Pineda en su auto.