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Entrevista

Ruth Mateu: "No me considero ni cuota de Més per Menorca en el Govern ni cuota por ser mujer"

"Estoy afiliada a Més per Menorca. No somos el Govern de Mallorca sino el de todas las islas. Me siento de Balears" - "Espero presentar antes de acabar el mes el Código Ético de altos cargos. Irá más allá de lo que obliga la Ley" - "Elaboraremos un plan estratégico de Cultura que marque claramente el camino para la legislatura"

Ruth Mateu posa en la conselleria de Transparencia para esta entrevista. B. Ramon

-En su trayectoria destaca que destapó el caso Cola Cao. Por el otro lado, la opinión sobre usted más reciente que ha trascendido es la de su exjefa, la dimitida Esperança Camps, para quien usted y el resto del equipo de la Conselleria es desleal y tiene comportamientos infantiles, entre otras cosas.

-Ya... ¿Con qué nos quedamos? No me gusta definirme ni como la chica del caso Cola Cao ni por las declaraciones de mi predecesora. Me gusta definirme por mis actos. Si tengo que elegir, lo haría por un acto, el que en aquel momento decidí como empleada pública de ser consecuente con mis principios. Consideré que había cosas que se habían hecho mal y cuando me llamaron a declarar simplemente testifiqué lo que había pasado. Esos fueron mis actos. Las palabras también importan, por supuesto, pero lo que queda es lo que haces. Espero poder demostrarlo también en esta nueva etapa en la administración, en la que seguramente no podré hacer todo lo que me gustaría porque la administración a veces es un mecanismo lento, pero al menos lo intentaré.

-¿Cuáles han sido sus actos en la crisis de la Conselleria que acabó con la dimisión de Camps?

-Desde el minuto uno he intentado ser muy rigurosa con mi trabajo y hacerlo lo mejor posible. Montar desde cero una Conselleria es muy difícil y como secretaria general me encargaba del trabajo interno, en el que muchas veces tienes que suplir la falta de técnicos detrás. Han sido unos meses de muchas presiones también por esto, por la falta de personal, por áreas que partían desde cero, como transparencia y participación, o que se habían desmontado en la pasada legislatura, como política lingüística. No soy yo la que debo valorar mi trabajo, pero creo que lo he hecho con la máxima implicación, tanto mía como del resto del equipo.

-Una de las críticas a su Conselleria es la falta de resultados en las medidas que debía desarrollar. Sin embargo, usted mantiene a todo el equipo, que alguna responsabilidad también tendría en esa falta de iniciativa. ¿Este continuismo no la ata para dar un impulso a la gestión?

-Evidentemente una persona sin su equipo poco puede hacer. Pero no me ata porque las cosas que no han salido en los plazos que nos hubieran gustado a todos no ha sido por falta de trabajo y preparación de las personas, sino de otros problemas como el tener que empezar de cero y la falta de personal. Si continúo con el mismo equipo que había es porque lo considero el mío, no porque nadie me lo haya impuesto. Soy una pieza más de este equipo.

-Pero será la que decida

-Sí, claro. La que tome las decisiones finales sí, evidentemente. Pero mi manera de decidir es siempre escuchando mucho.

-¿Esto fue lo que le faltó a su predecesora?

-No encontré oportunas sus declaraciones cuando dimitió y no quiero incidir más en eso. También creo que a veces una persona puede vivir de manera determinada las situaciones y eso no quiere decir que sean del todo como tú las percibes. Además, la presión externa, más que la interna, jugó en contra de que se pudiera funcionar. Hemos tenido mucha presión al tardar más de lo previsto en sacar adelante algunas iniciativas. La mediática también fue una presión muy fuerte, que seguramente no supimos reconducir. De todas formas, doy por cerrado todo lo ocurrido. En ningún momento estuvimos parados, hemos trabajado en estos nueve meses y se han hecho muchas cosas, se han revertido muchas políticas y maneras de hacer. Lo que pasa que son cosas que quizás no son todo lo visibles que nos gustaría.

-¿Qué mensaje le dio la presidenta Armengol respecto a lo que espera de usted?

-Lo que me ha pedido, como creo que hace con todos los consellers, es que sigamos trabajando por los ciudadanos.

-Esta era la declaración oficial. Yo le preguntaba por las directrices fuera de cámaras y a salvo de periodistas.

-No, en serio. Me manifestó su confianza en que todos los temas que hay sobre la mesa salgan adelante.

-¿Usted está afiliada a Més per Mallorca o a Més per Menorca?

-Fui nombrada por Més per Menorca, pero soy regidora de Més en Andratx, por lo que mi compromiso en Mes per Mallorca es muy elevado. Evidentemente mi tierra natal es Menorca y es de donde me siento, aunque viva en Mallorca. En realidad me gusta sentirme de Balears, de las islas, pero es cierto que la perspectiva de Menorca te ayuda cuando estás en el Govern porque la apreciación sobre las necesidades en las islas pequeñas a veces son distintas. No somos el Govern de Mallorca, sino el de todas las islas Balears.

-Se lo pregunto de otra manera, ¿a qué partido paga la cuota como afiliada?

-A Més per Menorca.

-Més per Menorca dejó claro que la conselleria de Transparencia es su cuota en el Govern. ¿Cómo encaja eso con lo que me acaba de decir de que el Govern es de todas las islas y que a usted le gusta sentirse de Balears?

-No me considero cuota de partido. Mi aportación al partido lo pago a Menorca, fui nombrada a través de Més per Menorca y mis principios son de Més. Defiendo los intereses de Balears, aunque aporte una visión menorquina.

-¿Y cuota como mujer? Més per Menorca prefería para sustituir a Camps a Jaume Gomila, pero la presidenta Armengol dejó claro que debía ser una mujer la elegida.

-Al entrar Pilar Costa en el Govern quedó claro que eso, lo de cuota femenina, no era lo que más pesaba. Cuando me ofrecieron ser consellera no fue por ser mujer sino por mi conocimiento transversal de la Conselleria y de todo el equipo. Sabía lo que había que hacer. La versatilidad entre Mallorca y Menorca también era un punto a mi favor.

-¿Hay alguna medida que piense adoptar en la Conselleria y que no estuviera prevista hasta ahora?

-Las líneas a seguir son bastante continuistas porque realmente el proyecto que teníamos se mantiene, no se ha desvirtuado. Sí es cierto que en algunas cosas quiero darle una visión más mía. Me gustaría ir un poco de la mano de los consells insulars.

-La Oficina Anticorrupción ya está aprobada. ¿Cuál va a ser ahora el proyecto estrella de la Conselleria con usted al frente?

-En lo que se refiere a Transparencia, la aprobación del Código Ético de altos cargos. Espero que antes de que acabe este mes lo podamos presentar porque el borrador está bastante avanzado. Las medidas van más allá de lo que obliga la Ley.

-Un código ético no es de obligado cumplimiento.

-Es cierto que no tiene rango de ley, pero cuando lo firmas y además estableces en él que habrá una comisión que velará por que se cumpla, colocas unas directrices muy claras. Esta comisión podrá incluso sancionar o adoptar otras decisiones. Estamos mirando cómo lo han hecho en otras comunidades. Por ejemplo, en el País Vasco hay una comisión similar y a raíz de un informe que hizo se expulsó a un director general. Nuestro Código Ético no va a ser papel mojado.

-¿Qué contemplará que lo diferencie de los códigos éticos que han ido aprobando los partidos?

-Hay un par de vertientes claras. Una de ellas, la de transparencia, respecto a la que ya hemos dado a conocer todos los gastos de altos cargos. La Ley de Buen Gobierno nos obliga a publicar estos gastos a partir de los 500 euros, pero nosotros lo hemos hecho con todo, incluyendo los gastos menores. También regulará que todas las declaraciones de bienes de altos cargos, que hasta ahora se guardaban en un cajón, serán públicas.

-¿Y en Cultura? Da la sensación de que hay una falta de proyecto.

-Quiero hacer un plan estratégico de Cultura para la legislatura. Es un tema importante. Una parte de lo que contendrá ya se está realizando, como el que todas las ayudas al sector artístico sean por subvención, eliminando las que se daban según la persona. Cada Consell Insular tiene competencias en cultura y hemos intentado dar ayudas para mover las distintas producciones entre las islas. Hemos fomentado mucho el sacar fuera nuestros productos culturales. Hemos puesto en práctica ideas y tenemos más, pero creo que hay que enmarcarlas dentro de un plan estratégico en el que se vean reflejadas y que marque claramente el camino para la legislatura.

-Cuando se le planteó ser consellera, usted misma admitió que su hándicap era el desconocimiento de Cultura. ¿Por qué perdió la oportunidad de acercarse a este ámbito acudiendo el pasado fin de semana al Art Brunch?

-Es que realmente no pude. Tenía que estar en un acto en Menorca. También hay que entender que no soy solo consellera de Cultura, que hay otras áreas. Me hubiera encantado ir, pero por agenda tenía que estar obligatoriamente en Menorca, aunque hubo representación de la Conselleria.

-¿El Institut d'Estudis Baleàrics seguirá llevando el peso de Cultura?

-No es que lleve el peso. Sí es cierto que la dirección general está más centrada en los temas de centros propios y de convenios para desplazar a artistas a ferias exteriores, por ejemplo. Las ayudas se hacen a través del IEB, pero las decisiones se adoptan conjuntamente entre el IEB y la dirección general.

-No habrá cambios entonces en lo que se refiere al IEB?

-No.

-¿Y el Instituto de la Cultura balear previsto a imagen del Instituto Catalán de las Industrias Culturales?

-En los acuerdos del Pacto, si no recuerdo mal, se contemplaba reenfocar el Institut d'Estudis Baleàrics en ese Instituto de la Cultura. Pero en estos momentos, con el IEB y el convenio con el Institut Ramon Llull y el Instituto de las Letras Catalanas, no tiene sentido crear otro Instituto para que haga las mismas funciones que ya tienen otros organismos. Es más fácil hacer un convenio de colaboración y aprovecharnos de las ventajas que tienen ellos, que ya disponen de infraestructuras. Es cierto que el IEB se ha de replantear, con unos nuevos estatutos en los que se engloben todas las herramientas culturales que queremos hacer. Pero no haremos un nuevo es Instituto. Hay unas limitaciones presupuestarias.

-¿Qué hará con el Museo de Mallorca, que padece una importante falta de personal?

-Eso nos está pasando con todos los centros propios. Nos encontramos con un desastre en cuanto a dotación de personal, no solo en del Museo, también en la Biblioteca de Palma, en los centros de Menorca y Eivissa... En unos días nos reuniremos con todos los directores de centros para realizar una planificación de las personas que se necesitarían de inmediato. Los recursos son escasos y lo que podemos crecer en capítulo de personal es poco, pero tenemos que planificar el aumento para estos centros a lo largo de la legislatura. Es evidente que, presupuestariamente, no podremos dotar de inmediato todo lo que nos gustaría. La idea es dotar algunas plazas este año y planificar el incremento para los próximos años.

-Y esta semana se anunció que la biblioteca de Can Sales cerrará dos sábados por falta de personal.

-En cuanto lo supe me puse en contacto con la directora. Faltan un par de personas para cubrir turnos. He pedido que se pongan de inmediato en marcha para dotar algunas de estas plazas y que eso se arregle lo antes posible. Ya se está trabajando y espero que se solucione muy pronto.

-¿La Lonja seguirá sin utilizarse?

-Creo que se debería utilizar. Es una lástima que no se haga. Tengo alguna idea, pero todavía no le puedo decir nada. No depende sólo de mí, porque es del Consolat y también depende de la voluntad de Presidencia.

-¿La Sinfónica tendrá sede o no?

-Desde el principio apostamos por la Orquesta Sinfónica y estamos muy contentos de que Fundatur apoye el proyecto y aporte 2 millones de euros. El Ayuntamiento de Palma ha puesto a disposición terrenos y espero encontrar el resto de fondos necesarios para realizarla. Este año no podremos hacer mucho, por lo que tenemos margen para redefinir el presupuesto para el año que viene. Mi objetivo es que cuando acabe la legislatura la Sinfónica esté mucho mejor que como la encontramos y con una sede que como mínimo se esté ya ejecutando y si está acabada, mejor.

-¿Cuáles son sus planes para el área de Deportes?

-Hay proyectos ya iniciados, como el Decreto de Deportistas de Alto Nivel, sobre el que ahora estamos elaborando el reglamento de desarrollo. Otro pilar de esta área es el programa de valores del deporte como medio de cohesión social, que presentaremos muy pronto. Ciertas prácticas en el deporte deben erradicarse y eso se hace desde niños. Está enfocado no solo a los niños, también a entrenadores y padres y lo estamos trabajando en colaboración con los consells insulars y la UIB. También es una prioridad el Centro de Tecnificación, ya que el centro educativo está en muy malas condiciones. Estamos trabajando en el expediente y esperamos que a final de año podamos adjudicar las obras.

-¿Y en Política Lingüística?

-Estaba totalmente desmantelada. Hemos trabajado con Función Pública en la recuperación del requisito del catalán para entrar en la administración. Está previsto que salgan próximamente ayudas para refuerzo lingüístico de inmigrantes y estamos preparando la celebración del 30 aniversario de la Ley de Normalización Lingüística, con la que se logró un consenso que nunca se debió perder. El día 29 habrá un acto especial para celebrarlo, al que asistirán representantes del Gobierno catalán y del de Valencia. Hemos de volver a poner en su sitio la lengua, después de estos años en lo que fue tan atacada.

-El martes el PP le preguntará en el pleno del Parlament por la demolición de sa Feixina.

-Evidentemente considero que cualquier símbolo de la dictadura y la represión debe eliminarse, pero es una opinión ya que este tema no forma parte de mis competencias.

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