La reunión del pasado martes de la presidenta Francina Armengol y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, provocó ayer la reacción de todos los partidos de las islas, con PSOE, Més y Podemos apoyando sin fisuras a la jefa del Ejecutivo y su negativa a aplicar más recortes al sistema de bienestar y con el PP defendiendo que "hay que cumplir el marco legal".

El portavoz de Ciudadanos Xavier Pericay, consideró que tanto el Govern como el Gobierno central deberían dejar "las actitudes de bloqueo". El Pi también arremetió contra Montoro aunque insistió en que los políticos de Balears deberían "ir juntos" a Madrid o, al menos, hacerlo la portavoz parlamentaria popular, Marga Prohens.

El portavoz socialista, Andreu Alcover, afirmó que "ya era hora de que una presidenta de Balears se plantara ante el ministro" y que "la ley hay que cumplirla, pero hay que cumplirla todos". En este sentido, recordó que Montoro también debería cumplir con el Estatut que establece inversiones estatutarias en las islas, de las que "han dejado de llegar más de 1.000 millones", o haber aprobado el REB en 2014.

David Abril, portavoz de Més, afirmó que Montoro se comporta como "el sheriff de Nottingham" frente a Robin Hood y resaltó que "Balears, a pesar de estar a la cola en todo, da al fondo de suficiencia estatal más de 600 millones , por lo que si se incumple el déficit por 300 o 400 millones, aun nos sobran 200". Laura Camargo, portavoz de Podemos, mostró su respaldo a Armengol por su "posición valiente ante Torquemada Montoro" que actúa con "especial dureza contra las Comunidades Autónomas en las que hay gobiernos de cambio".

Frente a ellos, el popular José Manuel Lafuente acusó a Armengol de haber ido a la reunión con Montoro a "hacer teatro" y afirmó que "la política no se hace lloriqueando, sino negociando". Añadió que el PP balear estará "junto al Govern" para mejorar el sistema de financiación, pero "las leyes hay que cumplirlas".