Los negocios siguen abiertos. El temor inicial de muchas organizaciones empresariales a que la llegada prematura este año de la Semana Santa fuera seguida de una bajada de las barreras de restaurantes, bares y comercios de las zonas turísticas ante la imposibilidad de conseguir ingresos suficientes a lo largo de abril, finalmente no se ha cumplido. Aunque el descenso en la facturación era inevitable, la entrada de clientes está siendo lo suficientemente apreciable como para que los locales de la oferta complementaria hayan apostado por seguir en activo e impulsar así una temporada que este año se perfila como excepcionalmente larga. ¿El primer beneficiado? Según las patronales, y con el asentimiento de los sindicatos, va a ser el empleo, y se pronostica ya que los datos de paro que el Govern va a presentar a principios del próximo mes van a ser notablemente positivos.

Las virtudes de este año en relación a la actividad empresarial durante la temporada baja son expuestas por los presidentes de las organizaciones empresariales más vinculadas al consumo de visitantes y residentes, como el de Restauración de Mallorca, Alfonso Robledo, y los de comercio en Afedeco y Pimeco, Rafael Ballester y Bernat Coll respectivamente. Y además son respaldadas por su homólogo en la asociación de distribuidores de alimentos y bebidas, Bartolomé Servera, que confirma un nivel de pedidos superior al que se daba el año pasado por estas mismas fechas.

Según señala Robledo, la explicación a esta evolución positiva se sustenta en la presencia a partir de Semana Santa de un mayor número de hoteles que han optado por permanecer abiertos al mantener un nivel aceptable de ocupación, lo que está dinamizando los negocios situados en sus alrededores, pero destaca muy especialmente la inyección de consumo que a la oferta complementaria le han aportado los alquileres vacacionales.

El éxito de Palma

El presidente de la patronal isleña de restauración expone que el ejemplo más claro está siendo el elevado número de extranjeros que se han instalado durante las últimas semanas en zonas de Palma como los alrededores de sa Llotja o la barriada de Santa Catalina, y que están dejando apreciables ingresos en este sector.

El crecimiento de los denominados hoteles boutique también es expuesto como un factor que está impulsando la actividad.

Rafael Ballester y Bernat Coll coinciden igualmente en que este año se percibe un mayor optimismo respecto a la marcha del comercio, manteniendo la línea ascendente que comenzó a detectarse durante 2015.

Este incremento de la clientela está siendo lo suficientemente intenso como para que la inevitable bajada de actividad que se registra tradicionalmente tras la Semana Santa esté siendo este año más suave que en ejercicios anteriores, y se esté optando por mantener la actividad en las zonas turísticas de la isla.

Y ello se refleja también en los pedidos que hoteles y restaurantes hacen a los distribuidores de alimentos, que también perciben como la demanda de este año está mejorando la del pasado ejercicio, incluso durante el presente mes de abril.

La gerente de la asociación de apartamentos turísticos de Balears (Aptur), Irene Perelló, confirma los elevados niveles de ocupación que se están alcanzando en estos momentos en estos establecimientos, e incluso durante la temporada baja previa a la Semana Santa.

Según Perelló, el éxito de las viviendas vacacionales en lo que llevamos de año no se está limitando a Palma y destaca el alcance que está teniendo en diferentes municipios mallorquines.

Así, afirma que incluso en Montuïri ha tenido conversaciones con empresarios que han destacado el impulso que sus ingresos están registrando de la mano de este clientela. Como ejemplo. subraya que en enero y febrero se han llegado a detectar aumentos en la demanda de estos alquileres que se han movido en torno al 17% y el 18%.